Atenas, 18 may (EFE).- El Gobierno griego espera alcanzar un acuerdo con los acreedores antes de finales de mayo, aunque sin cruzar sus líneas rojas, y no pone en duda la posibilidad de seguir pagando salarios y pensiones.
El portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, aseguró hoy que hasta el próximo Consejo Europeo en Letonia el jueves, habrá al menos "una o dos reuniones" del denominado Grupo de Bruselas, que reúne a representantes del Ejecutivo heleno y de los acreedores.
En caso de que se logren avances, sería posible convocar un Eurogrupo tras la cumbre europea, y entones "es lógico que el acuerdo se concluya a finales de mayo", añadió Sakelaridis en la rueda de prensa bisemanal.
A las preguntas insistentes de los periodistas sobre la posibilidad de que Grecia no tenga dinero para devolver el próximo tramo de 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) el próximo 5 de junio, Sakelaridis insistió en que "el deber del Estado es pagar sus obligaciones en el interior y el exterior".
"Para el Gobierno no existe el dilema entre un acuerdo y un cese de pagos", recalcó.
Sakelaridis recordó que el Gobierno sigue pagando sus obligaciones, "aunque reconoce las dificultades de liquidez".
El portavoz del Ejecutivo confirmó informaciones aparecidas en la prensa local este fin de semana sobre una carta enviada una semana antes por el primer ministro, Alexis Tsipras, a la directora gerente del FMI, Cristine Lagarde, en la cual mencionaba la imposibilidad de devolución el tramo de préstamo que vencía el pasado 12 de mayo.
Este tramo de 750 millones de euros fue finalmente abonado gracias al uso de la reserva griega en el FMI de 650 millones de euros procedentes de su contribución a este organismo.