Lisboa, 23 feb (EFE).- El Gobierno portugués, de signo socialista, admitió estar dispuesto a participar en un debate sobre la reestructuración de la deuda siempre que se produzca en un contexto europeo.
Así lo señaló el ministro de Finanzas luso, Mário Centeno, durante su intervención en el Parlamento, donde hoy se someten a votación los Presupuestos Generales del Estado para 2016.
Interpelado por los partidos de izquierda sobre la posición del Ejecutivo acerca de esta cuestión, Centeno incidió en que Portugal "no suscitará" el debate, pero se encuentra "abierto" a formar parte de él cuando "se concrete en términos europeos".
Los socialistas lusos llegaron al poder a finales de noviembre gracias a un acuerdo inédito alcanzado con el Bloque de Izquierda -hermanado con Podemos y Syriza en la UE- y el Partido Comunista, que aceptaron darle su apoyo en el hemiciclo para contar con mayoría absoluta a cambio de revertir las políticas de austeridad.
Entre los tres partidos existen sensibles diferencias programáticas, entre ellas precisamente su postura respecto a la reestructuración de la deuda, una opción defendida por las fuerzas de izquierda, que de hecho ya anunciaron que presentarán en la Cámara una propuesta oficial para discutirla.
"Sobre las cuestiones de deuda (...) no tenemos una visión necesariamente coincidente", reconoció el titular de Finanzas durante al sesión de hoy.
A lo largo de su intervención, Centeno también fue interrogado en varias ocasiones por la existencia de un supuesto "plan B" exigido por Bruselas para aplicar en caso de que el país se desvíe de sus objetivos en materia de reducción del déficit.
Acerca de este asunto, el ministro se limitó a señalar que el Eurogrupo reclamó al Ejecutivo que "prepare medidas para cuando sea necesario", pero no le exigió que anuncie dichos ajustes.
Además, garantizó que este plan "no supondrá recortes de pensiones ni aumentos de impuestos directos sobre pensiones y salarios" en ningún caso.
"No asumiremos como permanentes medidas que en Portugal se presentaron como temporales (...) ni negociaremos a espaldas de los portugueses", aseveró el titular de Finanzas.
La oposición conservadora, por su parte, exhortó al Ejecutivo socialista a divulgar en qué ajustes adicionales está pensando y reiteró sus críticas al Presupuesto para 2016 por considerar que pone en riesgo al país.