Fráncfort (Alemania), 11 mar (EFE).- El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constâncio, defiende hoy en un artículo de opinión los estímulos monetarios que el consejo de gobierno aprobó el jueves.
"Esta semana el BCE adoptó nuevas medidas para reforzar su política monetaria en vista de las recientes dificultades", dijo Constâncio en el artículo publicado en la web de la entidad.
Constâncio alude a las críticas de quienes consideran que "la política monetaria no basta para hacer frente a la tendencia actual de bajo crecimiento" y que "la política monetaria es cada vez más ineficaz".
"La idea de que la política monetaria no puede por sí misma aumentar el crecimiento tendencial es en gran medida cierta, aunque trivial, especialmente si se tienen en cuenta los problemas de estancamiento secular señalados por Robert Gordon en su nueva y magnífica obra", según Constâncio.
Recordó que "el G20 ha hecho un llamamiento a introducir otras políticas, sobre todo reformas fiscales y estructurales".
Considera que "una política fiscal activamente estabilizadora está limitada por el Derecho de la UE y por cuestiones políticas en Estados Unidos".
"En términos más generales, los países que tienen margen presupuestario no las aplicarán, y muchos países que las podrían aplicar, no deberían hacerlo", dice Constâncio.
"Las reformas estructurales que los economistas suelen tener en mente (es decir, la liberalización y desregulación de los mercados) se traducen en bajadas de salarios y precios a corto plazo, lo que no ayuda a la normalización de la inflación", apostilló Constâncio.
Y en cuanto al desempleo, según el vicepresidente del BCE, "un aumento de la productividad suele implicar inicialmente un ahorro en términos de mano de obra".
"Las reformas estructurales son fundamentales para el crecimiento potencial a largo plazo, pero resulta difícil apreciar cómo pueden impulsar sustancialmente el crecimiento en los dos próximos años cuando el problema actual es la falta de demanda a escala mundial", señaló.
Califica de "lamentables" los resultados del plan del G20 acordado en Brisbane para acelerar el crecimiento mundial un 2 % más a través de una larga lista de reformas concretas propuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE.
"De hecho, la economía mundial se arriesga ahora a no lograr ni siquiera lo que se entonces consideraba el escenario base", dice el vicepresidente del BCE.
Añade que "utilizando varios modelos, los expertos del BCE han estimado que, sin nuestras políticas, la inflación hubiera sido del -0,33 % en 2015 y se hubiera mantenido en niveles muy negativos a lo largo de 2016, lo que significa que estaríamos en situación de deflación permanente desde el año pasado".
Y recuerda que el resultado final se vio afectado por una caída inesperada del precio del petróleo (un 30 %) entre septiembre y diciembre.
"Estimamos que un 0,66 % del crecimiento registrado en los dos años anteriores es atribuible a nuestra política monetaria", dijo Constâncio.
Y rechaza que los tipos negativos vigentes durante el año pasado hayan reducido la rentabilidad de los bancos.