Madrid, 1 sep (EFE).- España celebra esta semana su primera emisión de deuda de septiembre, de bonos a 10 y 30 años, con la que espera captar entre 2.000 y 3.000 millones de euros, una vez conseguido cerca del 80 % de sus necesidades de liquidez para el ejercicio.
Se trata además de la primera subasta que se celebra bajo la dirección de la nueva secretaria general del Tesoro, Rosa Sánchez-Yebra, nombrada el pasado viernes en sustitución de Íñigo Fernández de Mesa, que pasa a ser el nuevo secretario de Estado de Economía.
Los bonos a 10 años tendrán un cupón del 2,75 % y su vencimiento es el 31 de octubre de 2024, en tanto que las obligaciones a 30 años saldrán con un cupón del 5,75 % y vencimiento el 31 de octubre de 2044.
La subasta -que se celebra el mismo día en que se reunirá el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) para hablar de política monetaria- se produce en un momento especialmente positivo para el Tesoro, que ha encadenado recientemente varios mínimos históricos en los intereses que ofrece por la deuda, lo que refleja una mayor confianza de los inversores.
Pero sin duda otra de las razones que explican esos bajos intereses, que han llegado a rozar el cero en algunas emisiones, son las medidas anunciadas recientemente por el BCE y las compras de deuda que podría decidir en otoño.
En concreto, en la subasta celebrada el pasado 26 de agosto, el Tesoro adjudicó 3.500,8 millones de euros en letras a tres y nueve meses al menor coste de la historia, al situar su rendimiento en el 0,04 y el 0,115 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con analistas del mercado, el Tesoro fijó estos tipos tan bajos después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, se mostrara dispuesto a aplicar nuevos estímulos monetarios en la zona del euro, como la compra de deuda pública para combatir la baja inflación y estimular el crédito en el área.
Pero la prueba de fuego será el jueves, ya que los analistas consideran que las subastas de deuda a más largo plazo son las que mejor reflejan la confianza de los inversores en la evolución futura de la economía.
Mientras, los bonos españoles a diez años, cuyo diferencial con los alemanes se utiliza para calcular la prima de riesgo, ofrecen un rendimiento del 2,2 %, mientras que el riesgo país se sitúa en 134 puntos básicos, al cotizar el "bund" alemán en torno al 0,8 %.
En la anterior subasta de bonos a diez años, el pasado 7 de agosto, el Tesoro fijó un interés del 2,69 %, en tanto que para los últimos bonos a 30 años que se emitieron en julio, fue del 4,05 %.