Sao Paulo, 3 mar (EFE).- Las exportaciones brasileñas de materias primas a China tendrán cinco años de margen antes de que el mercado inmobiliario del país asiático acentúe su desaceleración y disminuya, todavía más, la demanda de acero, según apuntó hoy en Sao Paulo el director de la consultora GK Dragonomics, Arthur Kroeber.
El economista estadounidense explicó en una conferencia que China "ya ha alcanzado el punto máximo de desarrollo del sector inmobiliario", por lo que Brasil "debe encontrar otros mecanismos de crecimiento".
Ante el interés chino en invertir en infraestructuras al otro lado del Pacífico, Kroeber alertó de que la intención del presidente chino, Xi Jinping, es "ganar influencia política".
Un objetivo que, en palabras del analista, "antes conseguirá en países más pequeños como Venezuela, Perú o Ecuador" que en un país "demasiado grande" como Brasil.
No obstante para Kroeber el gigante suramericano "tendría que haber reconocido que el 'boom' de exportaciones de materias primas a China tendría un final" pues, en su opinión, "no se puede confiar el crecimiento de un país a un 'boom'".
Impulsado en las últimas dos décadas por la intensa emigración del campo a la ciudad, el mercado inmobiliario chino todavía "podrá sostenerse durante algún tiempo, pero acabará cayendo", continuó el experto.
Durante ese tiempo, que Kroeber pronosticó de cinco años, será el Gobierno de Xi el encargado de mantener a flote la industria de construcción y, por tanto, la estabilidad de la demanda de acero brasileño.
Vale, la segunda mayor compañía del país y principal exportadora mundial de minero de hierro, tiene como principal comprador a China, que utiliza esa materia prima para generar acero propio.
Aunque, de todos modos, "hay que ser realistas, la demanda de materias primas nunca volverá a ser igual", por lo que concluyó: "Brasil debe buscar nuevas oportunidades y ver dónde puede sacar ventaja porque el juego va a cambiar totalmente".
En febrero, Brasil registró un déficit comercial de 2.842 millones de dólares, una cifra un 33 % peor que la registrada el mismo mes del año pasado, lo que se debió básicamente a la abrupta caída de ventas a China, informó el lunes el Gobierno brasileño.
El país asiático, que compra principalmente hierro, soja y otras materias primas, adquirió un 40,2 % menos en febrero, en comparación con el mismo mes de 2014.
Este hecho provocó que, por segundo mes seguido, Estados Unidos haya superado a China y se haya vuelto a situar como el principal socio comercial de Brasil, lo que no ocurría desde 2009.