ATENAS (Reuters) - El ministro de Finanzas griego pidió a la canciller alemana, Angela Merkel, que dé a su país un "Discurso de Esperanza" para indicar que Europa está dispuesta a poner fin a sus demandas de austeridad, similar al que recibió Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial.
En una publicación en su blog el domingo, Yanis Varufakis comparó la situación de Grecia con la de la Alemania de posguerra, cuando el entonces secretario de Estado estadounidense James F. Byrnes viajó a Stuttgart para dar el histórico discurso.
Estas palabras marcaron en 1946 el final de una aproximación punitiva liderada por las naciones que derrotaron a Alemania y dieron a su pueblo la perspectiva de crecer y recuperarse, afirmó Varufakis.
"Siete décadas después, es mi país, Grecia, el que necesita esta oportunidad", declaró.
Grecia se está quedando sin liquidez y, si no recibe rápidamente más ayuda de sus prestamistas de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, se arriesga a una suspensión de pagos y una posible salida de la zona euro.
Hasta el momento, Atenas ha rechazado la exigencias de sus acreedores de más austeridad a cambio de ayuda financiera.
"Se exige más austeridad a una economía que ya está de rodillas, que está sufriendo la ración más dura de austeridad que ningún país ha tenido jamás en tiempos de paz", dijo Varufakis.
"No se ofrece un alivio de la deuda. Ni un plan para aumentar la inversión. Y ciertamente, por el momento, ningún "Discurso de Esperanza" para esta gente caída", agregó.
Varufakis, que estará el lunes en Berlín para dar un discurso, ha estado con frecuencia en las noticias desde que se unió al Gobierno izquierdista del primer ministro, Alexis Tsipras, tras las elecciones de enero.
Durante su estancia en Berlín se reunirá con su homólogo alemán, Wolfgang Schaeuble, con el que ha mantenido a veces relaciones complicadas.
El portavoz de Schaeuble dijo que no está prevista ninguna rueda de prensa tras la reunión matinal.
Varufakis dijo en su blog que Grecia está comprometida a hacer que su economía vuelva a ser competitiva, aunque un "Discurso de Esperanza" marcaría la diferencia al restaurar la moral de sus compatriotas.
Merkel debería ofrecer el discurso en Atenas, Salónica "o cualquier otra ciudad griega de su elección", comentó. Debería "marcar un cambio en la marea, una ruptura con los últimos cinco años de añadir nuevos préstamos sobre una deuda ya insostenible, condicionada a mayores dosis de austeridad punitiva".