Atenas, 14 jun (EFE).- El Gobierno griego parece estar dispuesto a hacer amplias concesiones en algunos de sus líneas rojas a cambio de un acuerdo con los acreedores que permita evitar la suspensión de pagos.
Según informaciones del diario Kathimerini, el equipo negociador griego que se encuentra en Bruselas está dispuesto a recortar las pensiones y los salarios del sector público más altos, hasta ahora las dos grandes líneas rojas del Gobierno de Alexis Tsipras.
El rotativo, que basa sus informaciones en fuentes gubernamentales, afirma que Atenas accedería además a crear depósitos especiales reservados exclusivamente al pago de la deuda, con el objetivo de asegurar toda devolución futura.
Las mismas fuentes dijeron que el Gobierno griego también ha acercado posiciones con las instituciones -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI)- acerca de los objetivos de superávit primario para los próximos años.
Las instituciones están pidiendo un 1 % del PIB este año, un 2 % ciento en 2016, un 3 % en 2017 y un 3,5 % a partir de 2018 en adelante.
La última oferta de Atenas era un 0,75 % para este año, y un 1,75 % para 2016.
De acuerdo a Kathimerini, Atenas también estaría preparado para aumentar los ingresos del impuesto sobre el valor añadido (IVA) al objetivo del 1 % del PIB de los prestamistas.
El rotativo señala además que en las negociaciones que se están celebrando desde ayer en Bruselas, el Gobierno de Tsipras ha vuelto a proponer una extensión de nueve meses del programa de rescate a cambio de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) asuma los bonos griegos que actualmente tiene el BCE, que en total ascienden a 27.000 millones de euros, de los que 6.700 millones vencen en los próximos dos meses.
De esta manera, podría renegociar con el MEDE los términos de devolución y evitaría el colapso financiero que supone tener que devolver en julio y agosto semejante suma al BCE.
Sin embargo, de acuerdo a Kathimerini, las instituciones no parecen interesadas en esta opción, sino favorecen una extensión del rescate hasta septiembre.
Para facilitar que Grecia pueda atender sus obligaciones -el pago de 1.600 millones de euros a fin de mes al FMI y los 6.700 millones al BCE- las instituciones estarían dispuestas a facilitar a Grecia parte de los cerca de 11.000 millones de euros que sobraron del programa de recapitalización de la banca helena que Atenas devolvió en febrero pasado al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Las informaciones del rotativo, y la de otros medios que sostienen que el tema de la reestructuración de la deuda que tanto reclama Atenas ya no es tabú, contrastan con cómo describen el ambiente algunas fuentes comunitarias, que sostienen que todavía no hay avances en las negociaciones.
Por su parte desde Berlín, el vicecanciller Sigmar Gabriel, dijo hoy que la Unión Europea no se dejará "chantajear" por Grecia.
"En el Gobierno griego hay gente que cree que el miedo a una salida de Grecia del euro es tal que hará que aceptemos cualquier cosa. Eso no ocurrirá, no nos dejaremos chantajear", señaló Gabriel en declaraciones a la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD).