París, 4 oct (.).- El trabajo de los inspectores fiscales de once países de la OCDE enviados a Estados en desarrollo para ayudar a sus administraciones en el marco de una iniciativa internacional por los impuestos a multinacionales han permitido aumentar hasta abril de este año la recaudación de 414 millones de dólares.
Este es el principal resultado del informe de los llamados Inspectores sin Fronteras, presentado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Eso significa que el dinero obtenido supone "cerca de 100 veces" el que se ha tenido que invertir para costes del programa, destacaron en un comunicado conjunto las dos organizaciones, que presentaron su iniciativa en 2016.
En abril de 2016 se habían fijado el objetivo de llegar a 100 intervenciones en el horizonte de 2020. Por ahora se han completado una decena, 34 están en marcha y "en un futuro cercano" se prevé la implementación de otras 20.
Las que están en vigor se centran en la selección de casos en función de criterios de riesgo de fraude, en los procedimientos de auditoría y en la negociación de los acuerdos previos sobre los llamados precios de transferencia, es decir, los movimientos de fondos entre filiales en diferentes países de una misma multinacional.
El director de la secretaría de esta iniciativa, James Karanja, destacó que "Inspectores Fiscales sin Fronteras está ofreciendo un retorno excelente al dinero invertido", pero puso el acento en que todavía están "más entusiasmados por los resultados positivos que traerá en el largo plazo".
"La transferencia de conocimiento que se está llevando a cabo está contribuyendo al cambio organizativo de las administraciones tributarias en todo el mundo, que a su vez generará un mayor nivel de cumplimiento normativo por parte del contribuyente en el futuro", añadió Karanja.