Tokio, 20 mar (EFE).- El gobernador del Banco de Japón (BoJ) Haruhiko Kuroda, dijo hoy que la meta para lograr una inflación del 2 por ciento, tras la activación del programa masivo de estímulo de la entidad, está "a medio camino".
Pese a que la caída del crudo ha ralentizado desde verano la continuada subida de precios en Japón (un ciclo que ya dura 20 meses), Kuroda ha insistido durante una intervención en el Club de Corresponsales de Tokio que la tendencia inflacionaria subyacente "se incrementará de manera firme en el futuro".
De esta manera, el presidente del banco emisor sostuvo hoy, día en que se cumplen dos años de su llegada al cargo, que el objetivo inflacionario del 2 por ciento interanual podría alcanzarse "durante o en torno al próximo ejercicio fiscal (que en Japón transcurrirá de abril de 2015 a marzo de 2016)".
En abril de 2013 el banco central nipón sacó sin miramientos la artillería pesada.
Con los tipos interbancarios en el cero virtual desde 2010 y los persistentes efectos de la crisis iniciada en 2008 el BoJ lanzó un programa que incluía una mayor compra de deuda pública y activos de riesgo de cara a duplicar la base monetaria en solo dos años, un ritmo de inyección inédito en toda la historia.
El objetivo; imprimir presión para reducir los tipos de interés a largo plazo y acabar con un ciclo deflacionario de 15 años que mantenía en punto muerto la economía nipona.
"Cambiar las expectativas de la gente es lo principal de nuestro programa de flexibilización monetaria cuantitativa y cualitativa. Pero la mentalidad deflacionista no está aún completamente erradicada en Japón", recordó Kuroda.
El Gobernador aprovechó también para alabar el llamado "Abenomics", la política de reforma económica abanderada por el Gobierno del primer ministro Shinzo Abe y que sustenta uno de sus tres pilares precisamente en el programa de estímulo monetario masivo.
De hecho, defendió que el escaso progreso realizado hasta el momento en la desregulación de varios sectores estratégicos -tercer pilar del "Abenomics"- responde a la falta de una actitud "proactiva" por parte de las empresas niponas hasta ahora.
Sin embargo, Kuroda aseguró que, "con el sector corporativo actualmente en estado boyante", las necesidades reales de las compañías aflorarán y acabarán suponiendo una "poderosa fuerza" para lograr que las reformas estructurales prometidas por Abe se hagan realidad.