La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) ha proyectado que el déficit federal de Estados Unidos alcanzará los 1,834 billones de dólares para el año fiscal 2024. Esta cifra marca el mayor déficit desde la pandemia de COVID-19 y representa un aumento del 11% respecto al déficit de 1,7 billones de dólares registrado en el año fiscal 2023.
La proyección de la CBO, ligeramente inferior al déficit de 1,9 billones de dólares que estimó en junio, se produce antes del informe presupuestario de fin de año del Departamento del Tesoro de EE.UU. previsto para finales de este mes.
La CBO atribuye el aumento del déficit a un fuerte incremento de los costes de intereses de la deuda y a mayores gastos en Seguridad Social, Medicare y créditos fiscales para seguros de salud. Se estima que los ingresos totales han crecido un 11% hasta los 4,918 billones de dólares, impulsados por mayores impuestos sobre la renta de personas físicas y sociedades debido al fuerte crecimiento económico.
Sin embargo, los gastos del año fiscal que terminó el 30.09.2023 ascendieron a 6,752 billones de dólares, también un 11% más que el año fiscal anterior. Cabe destacar que los intereses de la deuda pública aumentaron un 34% hasta los 950.000 millones de dólares, con importantes incrementos del gasto también en Medicare, Seguridad Social y gastos militares.
La comparación del déficit interanual se vio influida por un acontecimiento del año fiscal 2023 en el que se revirtieron 330.000 millones de dólares en costes del plan de condonación de préstamos estudiantiles del presidente Joe Biden tras una decisión del Tribunal Supremo. De no ser por esta reversión, el déficit del año anterior habría superado los 2 billones de dólares.
La CBO también estima que si las leyes actuales no cambian, los déficits "de referencia" se acumularán hasta los 22 billones de dólares en la próxima década. Este pronóstico se produce mientras la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, afirma que ejercería una mayor responsabilidad fiscal que su homólogo republicano, Donald Trump, si fuera elegida presidenta.
Harris se ha comprometido a equilibrar cualquier nuevo gasto con aumentos de impuestos. Por el contrario, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable estimó que los planes de Trump podrían añadir 7,5 billones de dólares de nueva deuda, más del doble de los 3,5 billones de dólares proyectados a partir de las propuestas de Harris.
El senador republicano Chuck Grassley criticó a la administración Biden a la luz de las estimaciones de la CBO, acusando al Presidente y a la Vicepresidenta de irresponsabilidad fiscal y sugiriendo que sus políticas de gasto podrían afectar negativamente a la economía estadounidense durante generaciones. La declaración de Grassley refleja el sentimiento republicano más amplio de que la administración no ha prestado atención a las advertencias sobre gestión fiscal tanto de los estadounidenses como de las agencias de calificación crediticia globales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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