Lisboa, 28 nov (EFE).- La rentabilidad de la deuda soberana de Portugal a diez años batió hoy nuevos mínimos históricos al descender hasta el 2,8 %, prolongando así la tendencia vivida por la deuda de la periferia europea durante toda la semana.
Tras varios días de caídas, la tasa de interés exigida por los inversores a los títulos a diez años -utilizada como referencia para medir la confianza que despierta entre los inversores un país- se situaba esta mañana en el 2,81 %, por debajo de los mínimos que ya había registrado en las sesiones previas.
Este retroceso se extendió a todos los plazos, lo que permitió que las obligaciones lusas a cinco años también alcanzaran su valor más bajo de siempre al descender hasta el 1,5 %, desde el 1,65 % de una semana antes.
Por su parte, la rentabilidad de la deuda a dos años reculaba hasta el 0,5 % y se sitúa cada vez más cerca del mínimo histórico del 0,43 % registrado el pasado 25 de septiembre.
Esta tendencia a la baja se ha repetido esta semana en el resto de países de la periferia europea, impulsada por el compromiso mostrado el pasado viernes por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, para combatir la baja inflación.
Este miércoles, el vicepresidente de ese mismo organismo volvió a alimentar las expectativas de los mercados al afirmar que la entidad está preparada para comprar deuda soberana a principios de 2015 si fueran precisas medidas de estímulo más agresivas.
Los títulos lusos en el mercado secundario -donde se compra y vende la deuda adquirida en subasta pública- cotizan con una rentabilidad que se ha reducido notablemente durante todo este año.
Las obligaciones lusas a diez años comenzaron 2014 ofreciendo un rendimiento de en torno al 5,9 %, y a lo largo de todo el año se han reducido más de la mitad, hasta el 2,8 % alcanzado hoy.
La diferencia es todavía mayor si se compara con los momentos de mayor tensión de la crisis de Portugal, a principios de 2012, cuando la deuda a diez años llegó a cotizar al 17 %.
La subida de estas tasas llevó a Portugal a recurrir al rescate financiero en abril de 2011, un préstamo de 78.000 millones de euros recibido a cambio de un severo programa de ajustes y reformas que cerró con éxito el pasado mes de mayo.