La plataforma Ghost permitía a los usuarios enviar un mensaje con un código específico que podía autodestruir todos los mensajes de ese dispositivo, lo que permitía a los delincuentes "eludir la detección, contrarrestar las medidas forenses y coordinar operaciones ilegales a través de las fronteras", continúa Europol.
Europol calcula que "varios miles" de personas utilizaban la herramienta y que se enviaban "alrededor de mil" mensajes al día a través de la plataforma.
"Hoy hemos dejado claro que, por muy ocultas que se crean las redes delictivas, no pueden eludir nuestro esfuerzo colectivo", declaró Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol, en un comunicado de prensa.
De los detenidos, 38 son australianos, 11 irlandeses, uno canadiense y otro italiano vinculado al grupo mafioso Sacra Corona Unita.
En el marco de su operación, Europol también se incautó de más de un millón de euros en efectivo, desmanteló un laboratorio de drogas australiano y evitó algunas "amenazas contra la vida".
Europol creó un grupo operativo conjunto con fuerzas policiales de nueve países porque encontraron servidores de Ghost en Francia e Islandia, a los propietarios en Australia y activos financieros en Estados Unidos.