Atenas, 10 mar (EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la economía griega empezará a crecer de nuevo en el transcurso de este año, tendencia que se afianzará en 2017, pero estima que la recuperación completa llevará tiempo, y recomienda a Atenas no abandonar la senda de las reformas.
En su informe sobre Grecia para 2016, presentado hoy en Atenas, la OCDE calcula que el producto interior bruto (PIB) griego sufrirá este año todavía un ligero descenso -del 0,1 %- antes de volver al crecimiento -del 1,9 %- en 2017.
El desempleo que en los años de crisis llegó a dispararse cerca de un 9,5 % en 2009 hasta un 27,5 % en 2013, se reducirá en este año al 24,7 %, desde el 25 % en 2015, tendencia que continuará en 2017, con un descenso hasta el 23,8 %.
Tras varios años de deflación -en 2015 el índice de precios al consumo (IPC) se redujo en un 1,1 %- en este y el próximo año esta tendencia se revertirá, con un incremento del IPC armonizado del 0,5 % en ambos casos.
La deuda pública, por su parte, se reducirá del 183,9 % del PIB en 2015 al 183,3 % en este 2016, y al 178,6 % el próximo año.
Para reducir estos extremadamente altos niveles la OCDE recomienda seguir adelante con las reformas del rescate, pero a la vez sugiere un acuerdo con los acreedores que permita aliviar la deuda, mediante una "significante" ampliación de los periodos de carencia y de devolución.
En su informe, la OCDE hace una serie de valoraciones positivas sobre las reformas emprendidas por Grecia, pero advierte del coste social que han tenido.
La OCDE alienta a Grecia a seguir adelante con las reformas estructurales, con el objetivo de reactivar las inversiones y las exportaciones y, en consecuencia, la creación de empleo.
La competitividad ha mejorado notablemente, pero las exportaciones y la inversión siguen siendo débiles, dice la OCDE, y añade que para reducir la pobreza y el desempleo y hacer frente a las debilidades fiscales "es fundamental impulsar el crecimiento".
Para lograr este objetivo, añade, es "clave" que se apliquen plenamente las reformas estructurales acordadas.
Más allá de ello, la OCDE cree que se necesitan además "con urgencia" políticas para reducir la pobreza y la desigualdad, con el objetivo de revertir los profundos costos sociales de la crisis económica.
Para poder financiar esas políticas es necesario combatir sistemáticamente el fraude fiscal, añade.
De cara a mejorar las exportaciones y posibilitar la creación de nuevas empresas son además imprescindibles nuevas y profundas reformas, recalca.
Junto al impulso del mercado exportador, otra de las claves del crecimiento es fomentar mecanismos que sirvan para atraer las inversiones directas, en particular las extranjeras.
En ese sentido, la OCDE anima a Grecia a agilizar el programa de concesiones y privatizaciones acordado con los acreedores y propone hacer un mejor uso del "amplio" número de terrenos públicos que no se utilizan.