BRASILIA (Reuters) - La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, responsabilizó el lunes a sus opositores por la crisis política que vive el país, acusándolos de no haber aceptado su derrota en las elecciones de 2014 y de querer adelantar los próximos comicios, previstos para 2018.
En declaraciones durante la inauguración de un proyecto de viviendas de bajo coste en el estado de Río Grande do Sul, Rousseff volvió a describir como "innecesaria" la breve detención que sufrió el viernes su antecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue interrogado por los investigadores del vasto esquema de sobornos detectado en el interior de Petrobras (NYSE:PBR).
La implicación de Lula en la pesquisa de corrupción ha profundizado la crisis política de Brasil y dio más municiones a los rivales de la mandataria, que buscan someterla a un juicio político e invalidar su reelección en 2014.