Lisboa, 2 jul (EFE).- La presión que ejercen los inversores sobre la deuda soberana lusa estaba hoy en alza debido a la incertidumbre que pesa sobre Grecia, después de que los acreedores se negaran a negociar hasta que se celebre el referéndum del domingo.
Los intereses que penalizan las obligaciones a diez años, que se utilizan como referencia para medir la confianza que despierta un país, se situaban hoy ligeramente por debajo del 3 %, casi tres décimas más que hace una semana.
Lo mismo ocurría con la deuda a cinco años, cuya rentabilidad superó el 1,6 %, pero la mayor subida fue registrada en los títulos a dos años, que hoy alcanzaron niveles máximos desde noviembre de 2014 al acercarse al 0,65 %.
Hace apenas una semana, la deuda de ese vencimiento tocaba un mínimo histórico del 0,003 %.
De esta forma, la deuda soberana de Portugal acumuló una semana de subidas espoleada por la falta de entendimiento entre Grecia y sus acreedores europeos, que no consiguieron alcanzar un acuerdo para prolongar el segundo programa de rescate.
El Eurogrupo decidió el miércoles que va a esperar a conocer el resultado del referéndum al que se someterá el pueblo griego el próximo domingo para decidir si se retoman las negociaciones, que podrían ir enfocadas a un tercer programa de asistencia financiera.
La incertidumbre derivada de la crisis griega también afectada a la deuda soberana del resto de países de la periferia, que registraban hoy igualmente subidas de intereses.