Lisboa, 15 jun (EFE).- La presión que ejercen los inversores sobre la deuda soberana de Portugal volvió a recrudecerse y los intereses que penalizan los títulos lusos alcanzan máximos que no se veían desde noviembre de 2014.
En el mercado secundario -donde se compran y venden las obligaciones adquiridas en subasta pública-, la deuda portuguesa a diez años cotizaba hoy por encima del 3,1 %, y continúa así con una tendencia al alza que se registra desde mediados de marzo y que contrasta con el pronunciado descenso de meses anteriores.
Entonces, los mismos títulos se intercambiaban al 1,5 % de interés, un nuevo mínimo histórico.
Analistas lusos coincidieron hoy en apuntar a la creciente incertidumbre sobre Grecia y las dificultades de Atenas para llegar a un acuerdo con los organismos internacionales como principales motivos de este incremento de la presión.
También hoy, las obligaciones lusas a cinco años subían hasta el 1,77 % -el mínimo histórico es el 0,75 % y se alcanzó en abril- y a dos años se mantenían en niveles similares a los del viernes, en el entorno del 0,07 %.
A pesar de la evolución al alza de los últimos tres meses, la penalización de la deuda portuguesa sigue muy lejos de los niveles récord registrados en los peores momentos de la crisis, a principios de 2012, cuando los títulos a diez, cinco y dos años llegaron a superar el 17, el 21 y el 22 %, respectivamente.