Cuatro de cada cinco europeos que viven en grandes ciudades utilizan el transporte público a diario, según un nuevo estudio. Sin embargo, el transporte público solo es la primera opción para alrededor del 40% de ellos, según los resultados de una encuesta presentada en la Expo Europea de Movilidad 2024.
La encuesta incluyó a más de 2.500 habitantes de París, Berlín, Madrid, Estocolmo y Varsovia en 2024. París es la ciudad con mayor número de personas que utilizan el transporte público: el 86% de los habitantes de la ciudad lo utilizan. La mayoría de los usuarios utilizan el metro, que es una de las redes subterráneas más densas del mundo.
Sin embargo, el estudio reveló que más de la mitad de los residentes de Varsovia y Madrid también utilizan sus coches. Un factor que influye en el uso del coche podría ser la disponibilidad de transporte público. Solo el 44% de los habitantes de Varsovia vive a menos de cinco minutos de una parada de transporte público.
Marie-Ange Debon, directora del Sindicato Francés de Transportes Públicos y Ferroviarios y directora general del Grupo Keolis, declaró a 'Euronews Next (LON:NXT)' que los resultados de la encuesta coincidían con lo que veían sobre el terreno.
El principal modo de transporte varía según la ciudad.
"Los habitantes abandonan el coche para coger el transporte público cuando hay una oferta adecuada", afirma Debon. "Eso significa tener la parada del autobús o metro cerca, a menos de 15 minutos, que te lleve a donde quieres ir, que sea seguro, fiable y con información de calidad para los pasajeros".
El cambio hacia opciones más sostenibles
Uno de los resultados de la encuesta puede parecer contradictorio: los coches suelen ser los vehículos elegidos para los trayectos más cortos. De media, en las ciudades, el 36% de los encuestados utiliza el coche para desplazarse a menos de 15 minutos."El transporte en general representa el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y de ese 30%, el transporte público representa el 1%", comenta Debon. Los expertos reconocen que es probable que los coches sigan predominando en las zonas rurales, pero existen métodos para reducir su uso.
Debon pone como ejemplos el transporte a demanda, el uso compartido del coche y un sistema de autobuses eléctricos. Añade que es esencial combinar los diferentes tipos de opciones de viaje disponibles. "No se puede desarrollar un territorio si no se le dota de medios de transporte", concluye.