Investing.com.- Una de las citas más esperadas de la semana, el Informe de Empleo de Estados Unidos, arrojó en agosto un saldo inferior al previsto, lo que podría aliviar las tensiones ante una inminente subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) incluso si atendemos a la tasa de paro, que bajó hasta cerca de mínimos de 7 años y medio (5,1%) y los salarios se incrementaron.
En concreto, el total de nóminas no agrícolas se incrementó hasta las 173.000 el pasado mes, en el que ha sido el peor mes de contratación dentro del sector de manufacturas desde julio de 2013, y después de que el Departamento de Trabajo revisara la cifra del mes de julio hasta las 245.000. Se trata de la subida más modesta en los últimos cinco meses.
El consenso del mercado esperaba una cifra de 220.000, aunque numerosos economistas ya habían advertido de que el modelo que utiliza el gobierno para suavizar los datos ante variaciones estacionales podría no ser el adecuado si tenemos en cuenta el inicio del nuevo año lectivo. Los datos podrían por tanto no ser del todo fiables, pues aseguran que la baja tasa de respuesta de los empleados al Informe de Empleo ha obligado al Departamento de Trabajo a revisar en numerosas ocasiones las cifras dadas en un primer momento, aportando datos que podrían no ser indicativos del estado real de la economía norteamericana.
En este sentido, los Informes de Empleo de junio y julio se revisaron para mostrar una creación de 44.000 empleos más de lo que en un principio se había anunciado. Además, el salario medio por número de horas trabajadas se incrementó 8 centavos, mientras que la jornada laboral subió hasta las 34,6 horas.
¿Cómo debemos interpretar entonces el dato?
Aunque el informe no cambie demasiado las opiniones que tiene el mercado acerca de la buena marcha de la primera economía mundial, en un contexto de incertidumbre financiera global, sí podría llevar a los miembros del FOMC a apostar por un incremento en el precio del dinero en su reunión de septiembre pese a las opiniones en contra que se han forjado en el último mes. No en vano, Stanley Fischer, vicepresidente de la Fed, afirmaba la semana pasada a la cadena norteamericana CNBC que todavía era muy pronto para cambiar de opinión en cuanto a un posible incremento.
La tasa de paro se situó en el 5,1%, una décima por debajo de lo esperado por el consenso pero en línea con el rango que muchos miembros de la Fed consideran coherente con unas cifras de inflación bajas pero firmes.
¿Cómo ha reaccionado el mercado?
Tras el dato, las bolsas europeas han reaccionado cayendo con fuerza, del mismo modo en el que lo han hecho los futuros estadounidenses. El dólar, por el contrario, aumenta frente a sus principales cruces.