Lisboa, 13 feb (EFE).- Los intereses de la deuda soberana de Portugal a diez años, que se utiliza como referencia para medir la confianza, se mantuvieron esta semana en históricos.
En concreto, los títulos a diez años cotizaban esta mañana en el mercado secundario -donde se compra y se vende la deuda adquirida en subasta pública- en el entorno del 2,35 % de interés, nivel similar al de hace una semana y el más bajo conocido.
También se mantuvo en los mismos niveles del viernes pasado la rentabilidad a dos y cinco años, en el 0,25 y el 1,36 %, respectivamente.
En el caso de la deuda a dos años, el interés es también el más bajo desde que se tienen registros.
La deuda lusa se mantiene igualmente en buena forma en el mercado primario, ya que el Tesoro luso adjudicó el pasado miércoles 1.250 millones de euros en obligaciones a 10 años al menor interés conocido hasta ahora, el 2,5 %.
Portugal volverá a probarse en los mercados el próximo miércoles, cuando subaste títulos a corto plazo en la que espera colocar hasta 1.250 millones.
El interés de la deuda lusa en el mercado secundario se mantiene lejos de los máximos registrados durante el peor momento de la crisis, en enero de 2012.
Entonces, las obligaciones portuguesas a dos, cinco y diez años llegaron a cotizar por encima del 22 %, 21 % y 17 %, respectivamente, ocho meses más tarde de firmar el rescate financiero con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Portugal ya había tenido que recurrir a este préstamo en la primavera de 2011 por las dificultades para acceder a financiación a tipos sostenibles.
La UE y el FMI prestaron al país 78.000 millones de euros a cambio de un duro programa de ajustes y reformas que terminó en mayo de 2014.
Esta misma semana, el Gobierno conservador de Portugal informó de que ya ha enviado su plan de reembolso de deuda contraída con el FMI para devolver de forma anticipada 14.000 millones en dos años y medio, una medida que permitirá ahorrar unos 200 millones en intereses.
La cifra supone más de la mitad de la ayuda recibida del FMI, que fue de 26.000 millones de euros, cuando Lisboa pagaba en torno a un 7 % por su deuda a diez años.