Los ciudadanos turcos están buscando activamente reducir los límites de sus tarjetas de crédito en respuesta a un proyecto de ley propuesto por el partido gobernante AK del presidente Tayyip Erdogan. El proyecto, presentado al parlamento el viernes, busca generar ingresos adicionales para la industria de defensa del país mediante la introducción de varias tarifas nuevas, incluyendo una notable cuota de contribución anual para los titulares de tarjetas de crédito.
La legislación propuesta impondría una tarifa de 750 liras turcas (aproximadamente 22€) a las tarjetas de crédito con límites superiores a 100.000 liras. Este aspecto específico del proyecto ha desencadenado una importante reacción negativa tanto de consumidores como de economistas, quienes temen que podría provocar una disminución en el número de tarjetas de crédito en circulación en Turquía.
Los banqueros han informado de un aumento en las solicitudes de clientes para reducir sus límites de tarjetas de crédito con el fin de evitar la tarifa propuesta. Un banquero, que prefirió mantener el anonimato, declaró que las entidades financieras están evaluando los posibles efectos del borrador de la regulación y considerando cómo mitigar su impacto.
Las críticas se han extendido a las redes sociales, donde algunos usuarios argumentan que la tarifa es injusta, ya que el límite asignado a la tarjeta de crédito no refleja necesariamente el gasto real del titular.
El economista Mahfi Egilmez expresó su desaprobación de las medidas propuestas en su cuenta de redes sociales. Destacó una falla fundamental en la lógica de gravar los límites de las tarjetas de crédito, enfatizando que los impuestos deberían recaudarse de los ingresos, no de la deuda potencial.
Las tarjetas de crédito se han convertido en una herramienta financiera crucial para los turcos, especialmente ante la alta inflación que ha mermado los ingresos y ahorros de los hogares. Según datos del Centro de Tarjetas Interbancarias (BKM), hay alrededor de 126 millones de tarjetas de crédito en uso en un país de aproximadamente 85 millones de habitantes, con transacciones por valor de unos 1,25 billones de liras (alrededor de 36.480 millones de euros) registradas en agosto, lo que evidencia la dependencia de este medio de pago.
El elevado costo de los préstamos, con créditos al consumo que alcanzan tasas anuales de alrededor del 70%, ha hecho que las tarjetas de crédito con opciones de pago a plazos sean una alternativa más atractiva para las compras. Sin embargo, el proyecto de ley propuesto podría alterar el panorama de las tarjetas de crédito en Turquía si estas tarifas adicionales conducen a cambios en el comportamiento del consumidor y el uso de estos productos financieros.
Reuters contribuyó a este artículo.
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