Atenas, 24 jun (EFE).- El ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis, afirmó hoy que todas las "opciones están abiertas" respecto al resultado de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, tras surgir dudas acerca de la posibilidad de un acuerdo por las nuevas exigencias del Fondo Monetario Internacional.
En declaraciones a la televisión pública ERT, Skurletis denunció las últimas acciones de las instituciones como "tácticas dilatorias" fuera de cualquier "ética política", y las acusó de querer desmantelar las propuestas del Gobierno que tienen un carácter social.
Según un documento con correcciones del FMI sobre el texto de las propuestas griegas filtrado por los medios locales, el organismo considera que el plan griego se ha centrado demasiado en elevar la presión fiscal, por ejemplo mediante subidas del IVA y de los impuestos empresariales, y no en reducir el gasto público como en el coste de las pensiones.
Skurletis, además, confirmó que el Ejecutivo ha retirado de la mesa de negociación su propuesta de subir las contribuciones a los pensionistas, algo que argumentó que aporta ingresos bajos al Estado pero supone cargas muy altas para los afectados.
El ministro lanzó un mensaje interno al confirmar que "el lunes se pagarán todos los sueldos y pensiones regularmente, independientemente de la evolución" de las conversaciones con los socios.
El ministro afirmó asimismo que el Ejecutivo no aprobará ningún acuerdo que no incluya la reestructuración de la deuda, un paquete de inversiones destinado al crecimiento, y la no reducción de salarios y pensiones.
En opinión de Skurletis, el objetivo de las instituciones es estrangular la economía griega y "reducir la autoridad política del Gobierno".
"Sabemos que somos la parte más débil de este caso. Nuestro único poder es el apoyo popular y el de la mayoría de los trabajadores europeos", dijo el ministro de Trabajo.
Por su parte, el portavoz del partido gubernamental Syriza Nikos Filis afirmó que "el Gobierno no da marcha atrás" y que el pacto no puede "incluir el derribo de los derechos sociales todavía existentes ni el hundimiento del país en más recesión y crisis".
El eurodiputado de Syriza Dimitris Papadimulis también intervino mediante un tuit en el que manifestó que "los prestamistas se niegan a la tributación de los juegos de azar en línea, pero quieren el 23 % de IVA en la leche. Lo hacen para el crecimiento... ¿de los intereses?", se preguntó irónicamente.
Según las medidas que incluye la última subida de tuerca por parte del FMI, en su versión corregida de las propuestas griegas, se elimina el tipo del 13 % para los productos básicos y se sustituye por la comida "no procesada", lo que implica que la pasta y la leche, entre otros muchos productos, pasarían a estar en el 23 %.
En Alemania, por ejemplo, la leche tiene un IVA del 7 % y, solo en el caso de que sean batidos o derivados, el impuesto sube al máximo, fijado en el 19 %.