San Juan, 19 feb (EFE).- Moody's imitó hoy a Standard & Poor's y bajó de nuevo la calificación de las Obligaciones Generales de Puerto Rico, que ya se encontraba en terreno especulativo (de bonos "basura" o "chatarra"), así como la del Banco Gubernamental de Fomento, el brazo financiero del Gobierno.
En un comunicado anunció que la bajada de la calificación de las Obligaciones Generales es de dos escalones, de B2 a Caa1, lo que supone enterrar a la deuda de la isla caribeña en el terreno de las inversiones "con un riesgo sustancial".
Además bajó la nota que confiere a la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina), la sociedad pública que emite deuda a partir de lo recaudado con el impuesto que grava el consumo para refinanciar la que no está garantizada a nivel constitucional.
Lo mismo hizo con la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), entre otras entidades públicas, al tiempo que mantuvo en negativa la perspectiva de todas calificaciones para los próximos meses.
Para justificar su decisión, explicó que los ingresos impositivos han vuelto a quedarse cortos debido al "lánguido" crecimiento económico que "puede acelerar el agotamiento de la ya muy estrecha liquidez de Puerto Rico".
La agencia de calificación duda sobre la capacidad de este Estado Libre Asociado a EE.UU. para "manejar el futuro crecimiento sustancial de pagos de la deuda en el año fiscal que comienza el 1 de julio".
Respecto a la reforma contributiva que ahora debate la Legislatura, Moody's opina que "son inciertos su calendario y sus resultados" y están dejando en evidencia un creciente "riesgo político que en última instancia podría provocar resultados desfavorables para los propietarios de bonos".
"Estos factores han aumentado la probabilidad de impago del BGF, las Obligaciones Generales, Cofina y otra deuda del Gobierno central a un alto nivel durante los próximos dos años", advirtió la agencia.
Para Moody's, "el debilitamiento de la liquidez y el deterioro económico puede poner una presión creciente sobre la posición crediticia del Estado Libre Asociado en los próximos meses, lo que aumenta el riesgo de incumplimiento de las obligaciones del Gobierno central".
"Los esfuerzos para acceder al mercado de capitales, si tiene éxito, puede reforzar la liquidez en el corto plazo, pero no abordarán la tensión económica y fiscal fundamental", concluyó la agencia.
La decisión de Moody's llega exactamente una semana después de que el pasado jueves Standard & Poor's bajara de nuevo en tres escalones la calificación de las Obligaciones Generales de Puerto Rico, así como la del BGF.
S&P también alegó que la reforma contributiva "creará mayor incertidumbre en cuanto al momento de la recaudación de los ingresos prometidos" para respaldar ciertos bonos.
La presidenta del BGF, Melba Acosta Febo, dijo sin embargo tras conocerse esta rebaja que la reforma fiscal "aumentará los ingresos a través de una estructura tributaria más equitativa y un eficaz mecanismo de recaudación de impuestos" en la isla, que acumula más de 70.000 millones de dólares de deuda y encadena ocho años de recesión.
"Creemos que la actual trayectoria económica y financiera de Puerto Rico es ahora más susceptible a las condiciones de mercado adversas, que en última instancia podrían afectar a su capacidad para financiar los servicios públicos y sus compromisos de deuda", explicó esa agencia.