San Juan, 17 sep (EFE).- Moody's rebajó hoy de nuevo la calificación que confiere a la compañía pública que controla el suministro eléctrico en Puerto Rico, que está al borde de la quiebra y trata de renegociar con sus acreedores.
Esta agencia de calificación bajó la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que ronda los 8.800 millones de dólares, de Caa2 a Caa3, el antepenúltimo escalón más bajo posible, dentro del grado especulativo (el reservado para los bonos "basura" o "chatarra").
Además, mantuvo una perspectiva negativa, en la creencia de que lo más probable es que la calificación siga bajando, pese a que esta compañía acaba de firmar un multimillonario contrato con una consultoría a la que encargó la elaboración de un plan de negocio que contente a los acreedores y mantenga la viabilidad de la empresa.
Esta es la tercera vez que la compañía ve degradada su deuda desde el pasado julio, lo que Moody's justificó que se debe a la incertidumbre que gira en torno a los planes de reestructuración de la empresa y a la injerencia que esta agencia prevé por parte del Gobierno de Puerto Rico.
En ese sentido, recordó que la economía puertorriqueña está en una situación delicada y expresó sus dudas sobre la capacidad de la compañía (conocida también como PREPA en inglés) de acometer una verdadera reestructuración que permita atender sus compromisos más inminentes con los acreedores.
La AEE acaba de firmar un contrato de 9,7 millones de dólares con una asesora de reestructuración, la estadounidense Lisa Donahue, y su equipo de trabajo de diez personas de la consultora AlixPartners para que se encargue de sanear las cuentas.
La misión de Donahue es "ayudar a la AEE a alcanzar el objetivo de la estabilidad fiscal y garantizar la continuidad del servicio" que presta en monopolio a los habitantes de Puerto Rico, según la propia compañía.
La AEE se vio recientemente incapaz de pagar 671 millones de dólares que tenía que abonar a sus acreedores de Wall Street y logró que éstos le dieran un tiempo adicional (hasta marzo) para hacer esos pagos y reestructurar sus cuentas.
La agencia de calificación Fitch ratificó también esta semana su decisión de mantener en revisión la nota que confiere a esta compañía, con la perspectiva de rebajarla, pese a que ya se encuentra en "CC", reservada para las inversiones de "riesgo muy alto", en las que "algún tipo de impago parece probable".