París, 9 nov (EFE).- La economía colombiana, que había estado creciendo a tasas superiores al 4 %, ha experimentado una severa ralentización este año por el hundimiento de los precios de las materias primas, que va a limitar su ascenso al 2,8 %, y con una recuperación al 3 % en 2016, según la OCDE.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indicó que esa recuperación que se espera para el año próximo año debería acelerarse el siguiente, con una progresión del producto interior bruto (PIB) colombiano del 3,3 %.
Las cifras de este informe son inferiores a las del precedente, en mayo, cuando la organización -en la que Colombia se encuentra en proceso de adhesión- había augurado un alza del PIB del 3,3 % en 2015 y del 3,7 % en 2016.
La aceleración del crecimiento a partir del año próximo debería llegar sobre todo de la recuperación de los socios comerciales de Colombia, y muy especialmente de Estados Unidos, lo que favorecerá la inversión y las exportaciones no petroleras.
Las exportaciones van a verse alentadas por la devaluación del peso colombiano y por la reactivación de la refinería Reficar, mientras que la inflación debería volverse a aproximar al objetivo del banco central.
Los autores del informe consideran que el repunte inflacionista, debido en parte a la devaluación de la moneda, es temporal, de forma que de una inflación media del 4,9 % en 2015, se pasará al 4,1 % en 2016 y al 2,9 % en 2017.
Subrayaron que el éxito de las negociaciones de paz con la guerrilla de las Farc reforzaría la confianza en la economía lo que redundaría en la generación de inversión y empleos, aunque también hicieron notar que podría tener "un importante costo" para las finanzas públicas.
Avisaron igualmente de una serie de riesgos a la baja de las perspectivas, en particular si hubiera un estancamiento de los precios del barril de petróleo a un nivel bajo, si hubiera un deterioro en las condiciones económicas en Ecuador y Venezuela o si la evolución de las economías de Estados Unidos y China fuera finalmente peor que el anticipado.
La OCDE consideró apropiado el ajuste fiscal programado por el Gobierno para tener en cuenta el descenso de la recaudación. Pero hizo hincapié en que la inversión pública en infraestructuras es "esencial para el crecimiento y no debería reducirse".