Lisboa, 9 abr (EFE).- El ambiente de confianza que se respira entre los inversores permitió a Portugal sumarse hoy al grupo de países cuya deuda soberana cotiza en el mercado secundario a tasas de interés negativas, algo inaudito en el caso de los títulos lusos.
Las obligaciones portuguesas con vencimiento cotizaban al -0,04 % de interés, lo que supone un nuevo mínimo para el país, que hace apenas doce meses se preparaba para salir de su rescate financiero y pagaba por estos mismos bonos una rentabilidad del 1,2 %.
El contraste es todavía mayor si se comparan estas cifras con los momentos de mayor tensión durante la severa crisis que azotó Lisboa, a principios de 2012, cuando su deuda a este plazo cotizaba al 22 % de interés.
La política expansiva decretada por el Banco Central Europeo (BCE) es el factor que explica este pronunciado descenso, más brusco si cabe durante los últimos meses, según coinciden los analistas.
Además de una coyuntura internacional favorable, también contribuye al optimismo en los mercados -aunque en menor grado- las positivas previsiones económicas del Gobierno luso, que prevé cerrar 2015 con un crecimiento del 1,5 %, seis décimas más que el registrado en 2014.
Con su deuda en tasas negativas en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública-, Portugal se iguala a países como Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Holanda o Suecia, entre otros.
Los títulos lusos a cinco años también batieron un nuevo mínimo histórico hoy al alcanzar el 0,77 %, y a diez años -considerado el plazo de referencia- se situaron en el 1,6 %.
En sus últimas emisiones de deuda, el Tesoro portugués ha logrado colocar letras a corto plazo a un interés próximo al 0 %, aunque por el momento no ha conseguido tasas negativas como ya han hecho otros países, el último de ellos España.