México, 26 oct (EFE).- Más de un centenar de indígenas huicholes demandaron hoy al Gobierno mexicano que cancele 80 concesiones mineras que existen en Wirikuta, una área sagrada para ellos desde hace miles de años y que están explotando, entre otras, dos multinacionales canadienses.
A pesar de que 140.200 hectáreas en la zona, ubicada en el estado de San Luis Potosí, fueron declaradas en 2001 reserva natural protegida, los trabajos mineros y plantaciones de jitomate han proliferado y ponen en peligro su biodiversidad, dijeron hoy fuentes del Consejo Regional Wixarika (CRW).
"Traemos un dolor fuerte de los territorios sagrados, principalmente de Wirikuta. El Estado mexicano lo está asesinando, lo está secuestrando", declaró el representante del CRW, Santos de la Cruz.
En una rueda de prensa celebrada en Ciudad de México, que congregó a cerca de 150 huicholes procedentes de varios estados del país, De la Cruz condenó sobre todo la actividad de las multinacionales First Majestic Silver y West Timmins Mining en la zona de la Sierra de Catorce y el Bajío.
La primera de ellas, que tiene como filial a la empresa Real Bonanza, cuenta con 22 de las concesiones, de las cuales el 70 % están dentro de la reserva natural.
West Timmins Mining opera en la zona con dos compañías subsidiarias, Golondrinas y Cascabel, y planea poner en marcha en la región "un proyecto de explotación de oro con el método de tajo a cielo abierto", uno de los más contaminantes que existen.
Según las organizaciones del pueblo wixarika o huichol, la gran pobreza que hay en la zona es la que ha permitido que sus habitantes acepten la llegada de las mineras a cambio de poco dinero.
La demanda de los indígenas huicholes es que se retiren todas las concesiones que se han otorgado dentro del sitio sagrado, agregó De la Cruz.
Para los huicholes, Wirikuta constituye "un territorio sagrado, indivisible y continuo", que en 1988 fue incorporado a la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En particular uno de esos puntos, el Cerro Quemado, es "donde nació el sol por primera vez" y constituye por ello "un altar" muy importante dentro del territorio sagrado Wirikuta.
Los portavoces indígenas y de ONG aliadas presentaron una serie de actividades de protesta pacífica que hoy y mañana desarrollarán en la urbe.
Los actos incluyen una recepción en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) esta tarde y una ceremonia en la pirámide de Cuicuilco, ubicada en el sur de la capital mexicana, prevista para mañana.
Además, mañana realizarán una concentración con simpatizantes de su causa en el Ángel de la Independencia, uno de los monumentos más importantes de Ciudad de México, y desde allí marcharán hasta la residencia de Los Pinos, donde vive el presidente Felipe Calderón, para reclamar su atención en el conflicto con las empresas mineras.
En el acto de hoy los indígenas estuvieron apoyados por varios representantes del mundo de la cultura como el músico Alfonso Figueroa, el cineasta José Álvarez y el actor Daniel Giménez Cacho, quien agradeció a los indígenas su activismo porque "nos están enseñando a defender nuestra casa y lo que es nuestro".
Localizada en la zona occidental del centro de México, la cultura wixarika o huichol cuenta, aparte de Wirikuta, con otros tres lugares sagrados de peregrinación ubicados en San Blas, en el estado de Nayarit, en la Sierra Tepehuana de Durango, y en las inmediaciones del lago de Chapala, en Jalisco. EFE