Bruselas, 8 mar (EFE).- El Ecofin, que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE), cerró hoy un acuerdo político para reforzar el intercambio de información fiscal sobre multinacionales entre los estados miembros, unos datos que no se harán públicos por el momento.
"Tenemos un acuerdo político" para revisar la directiva sobre cooperación administrativa, aseguró el ministro de Finanzas de Holanda, Jeroen Dijsselbloem, que preside los encuentros del Ecofin este semestre.
"Estoy muy satisfecho, es un importante primer paso, nos ayuda a seguir implementando las normas de la Base de Imposición y la Transferencia de Beneficios" (BEPS, en inglés) contra la elusión fiscal de las compañías, añadió.
Estas normas, promovidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), persiguen que las empresas paguen impuestos allí donde los generan, una cuestión que ha suscitado un gran interés tras los escándalos descubiertos por el bajo nivel de impuestos que pagan algunas multinacionales como Starbucks (NASDAQ:SBUX) o Fiat.
La propuesta acordada hoy obligará a las multinacionales a proporcionar al país donde se encuentra su matriz información sobre ingresos, beneficios, impuestos pagados y a deber, ganancias acumuladas, número de empleados y ciertos activos que tiene cada compañía de su grupo.
También tendrán que identificar todos los países en los que está presente, algo que tiene una relevancia en términos fiscales, así como las actividades que se llevan a cabo en cada uno de estos.
La información será intercambiada de manera automática con el resto de los socios europeos donde la compañía está basada o tiene responsabilidades fiscales.
Aquellas empresas que operan en Europa pero son originarias de un país no comunitario también estarán obligadas a partir de 2017 a comunicar estos datos si las autoridades fiscales del país de origen no los comparten, de modo que si la matriz se niega a hacerlo, se exigirá que lo haga su subsidiaria europea.
La cuestión más delicada de las discusiones ha sido el grado de "transparencia" de este proceso, ya que varios países están preocupados por el impacto que podría tener la divulgación de los datos sobre las propias multinacionales, pues consideran que podría ponerlas en una desventaja competitiva.
"Tenemos que asegurarnos de que si acordamos esta directiva, también deberíamos acordar que en un futuro no publicaremos la información, esto es una condición previa para el acuerdo, que la información no se publique y solo se use para fines fiscales", dijo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
En la misma línea se pronunció el titular español de Economía en funciones, Luis de Guindos, quien aseguró que lo importante es que las agencias tributarias estén al corriente de estas cuestiones, que es la que "tiene que actuar".
En realidad, la propuesta de hoy no planteaba que los datos se hagan públicos, dado que la Comisión Europea está llevando a cabo un análisis sobre el impacto que esto tendría, el cual prevé presentar en primavera y solo después pretende tomar una decisión al respecto.
El comisario europeo de Fiscalidad, Pierre Moscovici, aseguró que el consenso alcanzado hoy "no condiciona lo que vendrá después".
"Habrá que ver la futura propuesta sobre la comunicación país por país en términos públicos, que se presentará en abril", añadió.
El acuerdo no podrá ser adoptado formalmente hasta que el Reino Unido levante las reservas que su Parlamento tiene sobre el dossier y hasta que la Eurocámara dé su opinión sobre el mismo, lo que Dijsselbloem espera que suceda en los próximos meses.
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