El número de entradas no vendidas para los Juegos Olímpicos de París ha suscitado inquietud por el impacto financiero que tendrá en los organizadores del acontecimiento, ya que al parecer quedan unas 600.000 entradas en juego.
Un análisis original realizado por el 'Financial Times' muestra que los listados en sitios de reventa ascendían a 270.465 el lunes 22 de julio, un salto desde los 180.000 de hace un mes. Las entradas más caras cuestan 2.970 euros, y los aficionados también han expresado su indignación por los precios en las redes sociales.
"No me sorprende. Las entradas son demasiado caras", escribió una persona en la red social X, mientras que otros señalaron que era demasiado tarde para planear un viaje a pesar de que los precios están bajando.
Tony Estanguet, presidente de París 2024 y tres veces campeón olímpico de piragüismo, descartó en repetidas ocasiones que el número de entradas disponibles refleje una falta de entusiasmo, según 'The Telegraph'.
Estanguet dijo que no es inusual tener asientos vacíos en grandes eventos en estadios como el fútbol, en 2012 en los Juegos Olímpicos de Londres, 264.000 entradas se quedaron sin vender.
En esta fase, Estanguet señaló que París lo está haciendo mucho mejor que Río en 2016, cuando los organizadores brasileños trabajaron sólo una semana antes de los juegos para vender 1,3 millones de entradas, y destacó que muchas de las entradas aún a la venta estaban disponibles gracias a la "contingencia".
Los organizadores disponían de 10 millones de entradas al principio de los Juegos, pero no las pusieron a la venta de golpe. En su lugar, fueron sacando más a la venta poco a poco. "Por eso todavía hay entradas disponibles una semana antes, porque ahora tenemos el plan final de la entrega", dijo Estanguet en rueda de prensa. París ha vendido hasta ahora 8,8 millones de entradas, señaló también Estanguet.