Viviana García
Londres, 17 sep (EFE).- El Gobierno británico inició el proceso para la completa privatización del banco Lloyds Banking Group, parcialmente nacionalizado durante la crisis de 2008, al vender hoy el 6 % de su participación, con lo que ha recaudado 3.200 millones de libras (3.808 millones de euros).
La entidad debió ser rescatada por el anterior Gobierno laborista de Gordon Brown al pasar a manos del contribuyente británico el 38,7 % de sus títulos.
El proceso es visto hoy por analistas como símbolo de la lenta recuperación de la economía británica tras las turbulencias financieras de hace cinco años, que sumieron al Reino Unido en su mayor crisis en sesenta años y situaron el nivel de endeudamiento del país en el 74,5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Londres, el Gobierno informó a través del fondo UK Financial Investments Limited -que retiene el porcentaje que está en poder del contribuyente en nombre del Tesoro- que los títulos de Lloyds fueron vendidos a 75 peniques (0,89 céntimos), un precio más bajo de los 77 peniques (0,91 céntimos) que cotizaban al cierre ayer del parqué.
Con esta venta, la participación del Gobierno en la entidad bancaria pasa del 38,7 % al 32,7 %.
Los títulos del Lloyds cotizaban a media mañana de hoy a 75 peniques, una caída del 2,28 por ciento frente al cierre del lunes.
La identidad de los inversores que tomaron las acciones no ha sido revelada y se espera que a principios del año próximo se ponga a la venta otro porcentaje de la participación estatal.
La venta de hoy supone un beneficio para el Gobierno de 61 millones de libras (72,5 millones de euros) pues en 2008 las acciones cotizaban a 73 peniques.
Al conocerse los detalles de la transacción, el ministro británico de Economía, George Osborne, dijo hoy que este es un "paso importante" para devolver el dinero al contribuyente y "reparar la economía".
"Hace cinco años, el anterior Gobierno forzó al contribuyente británico a aportar una gran cantidad de dinero para rescatar los bancos. Se trató de una gran petición a la población británica", declaró el ministro a la cadena pública BBC.
Según el titular del Economía, el dinero será utilizado para reducir la deuda pública británica y representa el primer paso de un "largo camino" para mejorar la economía.
"Es otro paso en reparar los bancos, devolver el dinero al contribuyente y reducir nuestra deuda nacional", insistió.
Por su parte, el consejero delegado de la entidad, el portugués Antonio Horta-Osório, afirmó que la venta refleja el "duro trabajo realizado en los últimos dos años para hacer del Lloyds un banco seguro y rentable centrado en apoyar la economía del Reino Unido".
El director de mercados competitivos de la Confederación de la Industria Británica (CBI), Matthew Fell, dijo hoy que esta operación es "una buena noticia para los inversores y clientes", resultado de la "exitosa" gestión de la dirección de la entidad.
"Un Lloyds que se centre en servir al cliente sin propiedad estatal ayudará a la recuperación" económica, agregó.
El responsable del Tesoro, Danny Alexander, defendió hoy la transacción y consideró que es una muestra de que la Economía británica está mejorando, "con inversores extranjeros y otros mirando para invertir en bancos británicos".
El pasado junio, Osborne había anunciado que el Gobierno tenía intención de desprenderse de la participación que tenía en el Lloyds, que en la primera mitad de 2013 volvió a beneficios al obtener unas ganancias netas de 1.785 millones de euros.
En octubre de 2008, el entonces primer ministro Gordon Brown anunció un plan de rescate del Lloyds de 17.000 millones de libras (20.230 millones de euros al cambio actual), a raíz de sus dificultades por la adquisición del Halifax Bank of Scotland (HBO).
Al frente de la entidad estaba el consejero delegado Eric Deniels, que en septiembre de 2010 comunicó su retirada y fue sustituido por el portugués Antonio Horta-Osório.
Además del Lloyds Banking Group, los bancos Northern Rock y Royal Bank of Scotland (RBS) también debieron ser rescatados por el Gobierno laborista durante la crisis financiera de 2008.
Si bien el Northern Rock ya volvió a manos privadas en 2011, aún queda por venderse el RBS, sobre el que el contribuyente británico tiene una participación de un 84 %. EFE
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