Por Gertrude Chavez-Dreyfuss
NUEVA YORK, 19 sep (Reuters) - Mientras los bonos del Tesoro se tambalean antes del resultado de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal el miércoles, algunos inversores aprovechan esta debilidad, confiando en que el umbral de las tasas de interés terminará por impulsar al mercado de deuda gubernamental estadounidense.
Es una apuesta que ha resultado contraproducente varias veces en el último año, cuando un crecimiento económico mayor a lo esperado obligó a los inversores a recalibrar sus opiniones sobre qué tan pronto el banco central de Estados Unidos recortaría las tasas, lo que mantuvo elevados los rendimientos de los bonos del Tesoro.
Los rendimientos se mueven inversamente a los precios de los bonos.
Los inversores que apuestan por el alza, sin embargo, creen que la disminución de la inflación y las amenazas inminentes al crecimiento de Estados Unidos en el cuarto trimestre hacen probable que el nivel máximo de las tasas -y, a su vez, de los rendimientos de los bonos del Tesoro- se esté acercando.
"Nuestra opinión es que la Reserva Federal ha terminado (con el aumento de las tasas)", dijo Chris Diaz, gerente de cartera y codirector de renta fija en Brown Advisory. "Si las condiciones siguen como están, el crecimiento se debilitará, lo que permitirá a la Reserva Federal bajar las tasas", sostuvo.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzaron el 4,366% el 22 de agosto, un máximo no visto desde 2007. Su aumento en las últimas semanas refleja la opinión de que es probable que la Fed deje las tasas en los niveles actuales por más tiempo del que muchos inversores esperaban.
Otros, sin embargo, dicen que es sólo cuestión de tiempo hasta que el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal presione a la economía y obligue a las autoridades a recortar las tasas.
Además, muchos creen que un aumento de 400 puntos básicos en el rendimiento de la deuda del Tesoro a 10 años, desde su mínimo pospandemia, deja pocas desventajas para los bonos gubernamentales.
Datos de la Comisión de Futuros de Materias Primas mostraron que los inversores redujeron sus posiciones cortas en los bonos estadounidenses a cinco años y 10 años en la última semana.
Las posiciones cortas netas en futuros de deuda de referencia a 10 años han caído durante dos semanas consecutivas, mientras que las posiciones cortas de futuros de papeles a cinco años se han contraído alrededor de un 18% desde niveles récord a principios de agosto.
Los inversores esperan por abrumadora mayoría que el Comité Federal de Mercado Abierto del banco central estadounidense, que fija la política monetaria, mantenga su tasa de interés de referencia a un día sin cambios en el rango objetivo de 5,25%-5,50% al final de una reunión de dos días el miércoles.
Las apuestas sobre futuros vinculados a la tasa de interés clave de la Fed el martes descontaban menos de un 30% de probabilidad de un aumento de tasas en noviembre y alrededor de un 40% de un alza en diciembre, mostraron los datos de FedWatch de LSEG.
¿NIVELES MÁXIMOS?
Los rendimientos de bonos se dispararon el año pasado cuando la Reserva Federal desató una andanada de aumentos de tasas para hacer frente a la imparable inflación, que se disparó a un máximo de 40 años.
Aunque una crisis en el sector bancario impulsó a los inversores a acumular bonos del Tesoro a principios de este año, no pasó mucho tiempo antes de que los rendimientos volvieran a subir, mientras la Reserva Federal recalcaba su mantra de "tasas altas por más tiempo".
Los operadores esperan que el banco central comience a recortar las tasas en septiembre de 2024, según los precios de los futuros. Esto se compara con las expectativas de principios de este año de que las tasas comenzarían a bajar en enero de 2024.
Los inversores que apuestan por el alza, sin embargo, dicen que las señales de una disminución de las presiones sobre los precios al consumidor mantendrán a raya otro aumento de tasas.
La inflación, medida por el indicador preferido de la Reserva Federal, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), ha disminuido desde su máximo del 7% el verano boreal pasado al 3,3% en julio.
Y si bien el crecimiento resiliente ha llevado a la mayoría de los analistas a revisar los pronósticos para una recesión en 2023, una huelga de trabajadores del sector automovilístico, un posible cierre del Gobierno federal y una restricción de los préstamos estudiantiles a los consumidores se ciernen sobre la economía en el cuarto trimestre.
Por supuesto, una fortaleza inesperada de la economía podría obligar a la Fed a mantener las tasas elevadas por más tiempo, poniendo a prueba una vez más la paciencia de los alcistas del mercado de deuda del Tesoro.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo a Reuters esta semana que un escenario de "aterrizaje suave" para la economía puede resistir riesgos a corto plazo, incluida la huelga del United Auto Workers y los efectos colaterales de los problemas económicos de China.
Anders Persson, director de inversiones de renta fija de Nuveen, dijo que su empresa cree que la economía se está comportando mejor de lo esperado.
"En una escala del uno al 10, siendo 10 muy cómodo con el riesgo, estamos en un 6", afirmó.
(Reporte de Gertrude Chávez-Dreyfuss. Editado en español por Marion Giraldo)