Por Belén Carreño
MADRID (Reuters) - En discursos por todo el país antes de las elecciones regionales del domingo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha prometido entradas de cine a dos euros para las personas mayores, viviendas asequibles para los jóvenes y dinero para mitigar los efectos de una larga sequía.
Según Lluís Orriols, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, las promesas electorales de Sánchez sirven para preparar la votación nacional que tendrá lugar a finales de año y que decidirá la permanencia de su partido socialista en el poder.
Más de 35 millones de españoles votarán en 12 comunidades autónomas y 8.000 ciudades, la mayoría de ellas gobernadas actualmente por los socialistas (PSOE). Las encuestas pronostican un avance del conservador Partido Popular (PP) que, de repetirse al final del año, podría desbancar a la actual coalición de izquierdas.
Algunos sondeos apuntan a una reñida carrera por la Comunidad Valenciana, una comunidad con casi 5 millones de habitantes cuya pérdida supondría un importante revés para el PSOE. Aragón y Baleares también podrían decantarse por el PP, según los sondeos.
"La lectura que hacen los partidos políticos es que la batalla de diciembre será definida por lo que pase ahora", dijo Orriols. "Por poco puedes perder territorialmente Valencia y Aragón (y) eso sería un cambio de ciclo. Por eso (Sánchez) vende sus iniciativas ahora y no en las generales".
Las elecciones también pueden marcar el inicio de una vuelta hacia un sistema bipartidista dominado por el PSOE y el PP tras una década de atomización que vio la aparición de partidos más pequeños. El centrista Ciudadanos y el izquierdista Podemos, actual socio minoritario del Gobierno, podrían tener dificultades para alcanzar el mínimo del 5% de votos para optar a representación en muchas regiones.
Estos partidos surgieron tras la crisis financiera de 2008-2013, cuando los ciudadanos rechazaron las medidas de austeridad y una serie de escándalos de corrupción.
El ascenso más reciente del partido de extrema derecha Vox se vio impulsado en parte por el movimiento independentista de Cataluña. A medida que esta cuestión ha ido desapareciendo, el partido se ha centrado en la inmigración, el aborto y las políticas LGBTQ+.
Sin Podemos, el PSOE tendrá dificultades para conservar el poder en regiones clave.
"Hubo mucha movilización en las elecciones previas, se habían vivido por un cierto interés por la política y ahora este interés es menor. La gente está menos interesada y menos movilizada. Eso puede afectar al voto del PSOE", afirmó Sílvia Claveria, editora del blog de ciencia política Politikon.
Según los sondeos electorales y los expertos, habrá pocas mayorías claras, salvo en la Comunidad de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso, del PP, podría ser reelegida con mayoría absoluta. En las elecciones municipales, los sondeos pronostican empates a tres en Madrid, Barcelona y Sevilla, lo que dificultaría la formación de gobiernos.
Por lo demás, el PP tendrá que apoyarse en Vox para formar gobierno en varias comunidades autónomas, en lo que podría ser un ensayo general de un Gobierno de coalición de derechas tras los comicios nacionales.
(Información de Belén Carreño; escrito por Charlie Devereux; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)