Vigo, 25 sep (EFE).- La Asociación Nacional de Armadores de
Buques Congeladores de Pesca de Merluza (Anamer) y la Asociación
Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesquerías Varias
(Anavar), expresaron hoy su decepción por la postura de la Comisión
Europea en las negociaciones de la Organización de la Pesca del
Atlántico Noroccidental (NAFO).
En un comunicado de prensa, Anamer y Anavar indican que la
gestión de pesquerías se hace basada en el denominado "enfoque de
precaución o de incertidumbre", que sostiene que hay que regular "en
favor de los recursos naturales vivos" cuando hay "incertidumbres"
porque no se dispone "de una buena información científica".
Recalcan, además, que en los objetivos de desarrollo sostenible
se prevé que para regular también se deben tener en cuenta las
"consecuencias sociales y económicas" de las medidas.
"Por eso, las recomendaciones científicas son sometidas a una
negociación política en la reunión anual de NAFO", aclaran los
armadores, quienes añaden que en el caso del fletán negro, las
incertidumbres "aumentaron considerablemente" en esta ocasión porque
una "avería mecánica" en el barco que hacía la campaña científica
"impidió que se pudieran obtener datos válidos".
Anamer y Anavar consideran que, ante la situación creada por esta
circunstancia, la Comisión Europea "debería haber aceptado las
opiniones del equipo de científicos independientes", cuyas
estimaciones justificaban "un aumento de hasta un 24 por ciento" del
TAC, y de los propios patrones de pesca de los barcos, que aportaron
datos objetivos de rendimiento por unidad de esfuerzo que
constataban esa recuperación del caladero.
Al haber centrado su postura en una "incertidumbre
circunstancial", los armadores consideran que la Comisión actuó "con
una notable falta de sensibilidad" hacia los problemas de las
personas desde el punto de vista social y económico. Y, según
señalan, "lo ha hecho en un momento de graves problemas económicos,
con una decisión que afecta directa y especialmente al empleo del
Estado europeo más castigado por el paro".
Anamer y Anavar exponen en su comunicado que las consecuencias de
esta medida se agravarán "por el descenso de los TAC" de las otras
especies complementarias para la flota del fletán negro. Según
puntualizan, en el caso de la raya "habrá 1.500 toneladas menos",
con lo que el TAC "se quedará en 12.000 toneladas", de las que 5.832
corresponden a la cuota de España, mientras que para la brótola o
bertorella el TAC "se reduce en 2.500 toneladas" y se fija en 6.000
toneladas, de las que la cuota española será de 1.528 toneladas.
Estas organizaciones del sector pesquero afirman que, además del
mantenimiento del "statu quo" en el TAC de fletán negro y la
reducción en las especies complementarias, para el sector español
también "ha resultado decepcionante" la implantación "por sorpresa"
de once áreas cerradas a la pesca.
"Estas limitaciones tienen como objetivo la protección de fondos
con corales y esponjas", indican desde Anamer y Anavar, al tiempo
que muestran su "absoluta disposición" a "dejar de pescar" en las
zonas en las que se puedan causar daños irreparables al medio
ambiente.
De modo paralelo, han expresado su "disgusto" por el hecho de que
en la negociación de NAFO "no se hayan pedido datos a los patrones
de los barcos", quienes, por su experiencia, "son los que mejor
conocen estos caladeros".
A juicio de los armadores, el único "dato positivo" de la reunión
es que la evidente recuperación del caladero ha servido para que se
"autorice" una "histórica reapertura" de la pesca del bacalao,
cerrada por la estricta moratoria que comenzó a aplicarse en 1992.
Según Anamer y Anavar, NAFO ha autorizado un TAC de 5.500
toneladas en el área conocida como "Flemish Cap", de las que en
torno a 550 toneladas corresponden a España. En este caso, subrayan,
la decisión política "permitió un aumento del TAC de 1.350 toneladas
más de lo que recomendaban los científicos". EFE.
1011026