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Río de Janeiro, 20 mar (EFE).- El Gobierno brasileño redujo su proyección para el crecimiento de la mayor economía de Sudamérica en 2020 desde el 2,10 % previsto la semana pasada hasta el 0,02 % calculado este viernes, teniendo en cuenta el posible impacto de la paralización de actividades provocada por la crisis del coronavirus.
La nueva proyección para el producto interior bruto (PIB) de Brasil este año (7,556 billones de reales o 1,511 billones de dólares) se ha hecho pública este viernes por el Ministerio de Economía.
El Ejecutivo ya había reducido hace días su proyección para el crecimiento de Brasil en 2020 desde el 2,4 % de principios de año hasta el 2,1 %, tras revisar alguno de los impactos del coronavirus, aunque sólo tuvo en cuenta los posibles efectos externos de la crisis.
La semana pasada la previsión fue revisada ante una posible y fuerte caída de las exportaciones a los países afectados por la enfermedad, principalmente a China, mayor socio de Brasil, así como un desplome de los precios de materias primas de las que el gigante sudamericano es importante abastecedor.
La nueva revisión ya tiene en cuenta la paralización de las actividades en Brasil provocada por las medidas adoptadas para frenar el avance del coronavirus, como la suspensión provisional de operaciones en fábricas y el cierre de comercios.
Pese a que el Gobierno bajó su proyección, los economistas aún la consideran optimista y algunas entidades ya prevén que Brasil cerrará 2020 con retracción.
El Itaú Unibanco (SA:ITUB4), mayor banco privado de Brasil, anunció este viernes que revisó su proyección y que ya no espera un crecimiento del 1,8 % sino una contraccción del 0,7 %.
El centro privado de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV), en un informe divulgado también hoy, calcula que la economía brasileña puede encogerse el 4,4 % en 2020 debido a la crisis del coronavirus, lo que sería su mayor caída en un año desde 1962.
El organismo utilizó modelos matemáticos para proyectar una paralización de actividades de al menos tres meses en 2020 a partir de lo ocurrido en Brasil en 2018, cuando un paro de camioneros de 11 días provocó una crisis de desabastecimiento que se prolongó por varios medes y se reflejó en el crecimiento del país.
En cualquier caso será un duro golpe para una economía que crecía lentamente tras la recesión que sufrió en 2015 y 2016.
La economía brasileña creció el año pasado un 1,1 %, tasa insuficiente tras la expansión del 1,3 % registrada en 2017 y 2018, y después de una profunda caída de siete puntos porcentuales en el período 2015-2016.
En el informe divulgado este viernes, el Ministerio de Economía indicó igualmente que la reducción de la recaudación prevista para este año por el coronavirus obligaría al Gobierno a recortar 37.500 millones de reales (unos 7.500 millones de dólares) en los gastos previstos en el Presupuesto de este año.
Tal recorte no será realizado, explicó el Ministerio, debido a que la declaración del "estado de calamidad pública" por el coronavirus, aprobada por el Congreso este viernes, le otorga al Gobierno una mayor flexibilidad sobre el presupuesto y le permite elevar los gastos en salud sin preocuparse con la meta de ajuste fiscal que se propuso para este año.
Igualmente prevé que, ante la reducción de la actividad económica, Brasil terminará el año con una inflación del 3,05 %, por debajo del 3,12 % calculado hasta la semana pasada.