Madrid, 12 ene (.).- El director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa (BME:ELE), José Casas, cree que el futuro mercado eléctrico pasa por que los mercados a plazo "tengan mucha más profundidad", y por dejar que se fomenten los contratos de compraventa de energía (PPA).
Durante la presentación del último informe de Monitor Deloitte, Casas ha asegurado este jueves que les habría gustado participar en la propuesta de reforma del mercado eléctrico europeo que el Gobierno ha enviado a Bruselas, y ha defendido que una modificación de este calibre "tiene que realizarse desde la tranquilidad y que todos los agentes puedan dar su opinión".
"Eso no quiere decir que estemos en contra o a favor de lo que se ha dicho", ha aclarado sobre la iniciativa española, que busca reducir la volatilidad de los precios de la electricidad huyendo de la sobreexposición a unos mercados diarios e intradiarios que, aunque continuarían existiendo, reducirían su peso a favor de contratos a plazo.
Para el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, se tiene que optar por un modelo "donde los mercados a plazo tengan mucha más profundidad, y el a corto plazo sea de ajuste".
En su opinión, "hay que dejar a los agentes fomentar los PPA", que "deberían tener un sentido más de mercado".
Asimismo, ha discrepando con que el sistema de subastas que hay "sea el más adecuado para que toda la energía tenga incentivo de contratación a plazo con los clientes".
Y es que hay que garantizar que los usuarios "se benefician de estos menores precios", algo que se consigue con los PPA, ha apuntado Casas, que, no obstante, ha recalcado que no sabe si ésto es lo que se ha remitido a la Unión Europea.
Otro de los pilares de la nueva regulación tendría que ser, desde su punto de vista, el desarrollo de mercados de capacidad para conseguir una "garantía de respaldo" que "tiene que ser libre de emisiones.
RECONOCER LOS COSTES DE LA TRANSICIÓN
Por su parte, el director general de Transición Energética, Tecnología, Institucional y adjunto al consejero delegado de Repsol (BME:REP), Luis Cabra, ha urgido a que se reconozcan los costes de la transición energética.
"Hay tecnologías muy competitivas y producir un electrón con energía solar es más barato, pero hay que llevarlo al consumidor y por medio hay unos costes, en infraestructuras, que tenemos que tener en cuenta", ha puntualizado.
Por ello, "hay que explicar al ciudadano que la energía que se va a producir durante bastantes años, de aquí en adelante, va a ser más cara".
Cabra ha incidido en que "no se puede seguir diciendo que esta tecnología desde el minuto uno va a ser más barata", y ha animado a que se aumente el abanico de opciones de descarbonización y que la regulación agilice todas ellas.
Del lado de los grandes consumidores, la presidenta de Air Liquide (EPA:AIRP) y de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Teresa Rasero, se ha mostrado consciente de que los industriales van hacia un sistema que "va a tener fluctuaciones durante el día en los precios".
De ahí que cada vez sea más importante "tener unos precios más predecibles y poder hacer contrataciones bilaterales a largo plazo", las cuales siguen sin arraigar en España por la falta de liquidez y de incentivos.
Asimismo, entiende que, al igual que Francia "ha hecho de su ventaja competitiva en energía nuclear una ventaja para su industria", España podría hacer lo propio para que las renovables "fueran una palanca de su competitividad industrial".
ATRAER INVERSIONES A EUROPA Y GARANTIZAR LA SEGURIDAD JURÍDICA
El informe "Acelerar la transición y la independencia energética en la Unión Europea", de Monitor Deloitte, identifica ocho retos a los que el bloque comunitario tiene que hacer frente después de que el paquete de medidas Fit for 55 y el plan Repower EU hayan incrementado la ambición por reducir emisiones.
De acuerdo con este análisis, el ritmo de inversiones necesarias será muy elevado, de entre uno y 1,3 billones de euros adicionales, para lo que se requiere de "un entorno favorable" de acceso a la financiación -especialmente ahora con la subida de los tipos de interés-, retornos sostenibles y seguridad jurídica.
Pero también de una mayor atracción de talento en el sector energético, del despliegue de los biocombustibles -sobre todo en España, que sólo cuenta con seis plantas de biometano frente a las 232 de Alemania-, y de un marco regulatorio alineado con la descarbonización.
Al respecto, los representantes de Repsol, Endesa y Feique han reconocido los avances normativos de una Unión Europea, sin embargo, rezagada respecto a Estados Unidos, que el pasado año aprobó, entre otras, ayudas al hidrógeno de entre 0,6 y tres dó, en función de las emisiones evitadas.