Túnez, 6 mar (.).- El Banco Mundial retrasó la revisión del marco estratégico con Túnez por la actual campaña "de acoso e incluso violencia" contra los migrantes subsaharianos generada tras unas declaraciones del presidente tunecino, Kais Said, según una circular interna a la que hoy tuvo acceso EFE.
El presidente de la institución, David Malpass, decidió posponer, "dada la situación" y hasta nuevo aviso, la revisión prevista para el próximo 21 de marzo del llamado Marco de Alianza con Túnez (CPF, por sus siglas en inglés) 2023-2027.
"Lo más importante para mí es la seguridad del personal. Haremos todo lo posible para garantizar que todo el personal, especialmente nuestros colegas subsaharianos y sus familias, estén seguros", indicó Malpass en la circular fechada el domingo.
"La seguridad y la inclusión de los migrantes y las minorías es parte de los valores fundamentales de nuestra institución de inclusión, respeto y antirracismo en todas sus formas", añadió.
El responsable adelantó que seguirá de cerca las medidas anunciadas ayer domingo por el Ejecutivo para proteger y apoyar a migrantes y refugiados en su territorio, al tiempo que advirtió de que el Grupo del Banco Mundial (GBM) "continuará vigilando la situación y tomará medidas adicionales si es necesario".
Apenas un mes antes, el organismo financiero aprobó un préstamo de 120 millones de dólares para favorecer la recuperación económica de pequeñas y medianas empresas a través de microcréditos ante la falta de liquidez del Estado.
Túnez negocia desde hace más de un año un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de 1.900 millones de dólares y que supondrá importantes recortes en el gasto público -limitar la masa salarial y retirada progresiva de subvenciones-, a lo que se opone el poderoso sindicato, la UGTT.
En una conferencia del Ministerio de Exteriores, el director general de la Policía de Fronteras, Imed Zoghlami, reveló este lunes que varios centenares de personas subsaharianas fueron asistidas durante su retorno voluntario (97 de Guinea, 150 de Costa de Marfil y 135 de Malí) y negó que las autoridades tunecinas hayan llevado a cabo expulsiones y detenciones como confirman algunas informaciones.
La ONU expresó hoy también su preocupación por la situación y condenó las declaraciones del presidente, que el pasado 21 de febrero llamó a las fuerzas de seguridad a tomar medidas "urgentes" contra las "hordas de migrantes ilegales" llegados de países vecinos, cuya presencia es fuente de "violencia, crímenes y actos inaceptables", según dijo.
La Unión Africana, de la que Túnez es cofundadora, también condenó estas "impactantes" declaraciones y acusó a Said de pronunciar un "discurso de odio racializado".
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