Un hombre de 53 años de Alemania se ha convertido en la última persona "curada" del VIH, el virus causante del sida, dando esperanzas a los 40 millones de personas que se calcula que viven con la enfermedad en todo el mundo.
Se cree que el paciente, al que se hace referencia como "paciente de Düsseldorf" para proteger su identidad, es la cuarta persona hasta la fecha y el tercer hombre al que se considera libre del virus, según los investigadores.
Estaba siendo tratado de leucemia -un tipo de cáncer que afecta a la sangre y a la médula ósea, el tejido esponjoso del interior de los huesos donde se producen las células sanguíneas- cuando recibió células madre resistentes al VIH de un donante de médula.
El hombre dejó de tomar la terapia antirretroviral (TAR) -el principal tratamiento para el VIH- en 2018 y se ha mantenido "vivo y en buen estado de salud" desde entonces.
Antes que él, dos hombres caucásicos enfermos de cáncer conocidos como el "paciente de Berlín" -Timothy Ray Brown- y el "paciente de Londres" -Adam Castillejo- se curaron del VIH tras recibir los mismos trasplantes de células madre de médula ósea de una persona con resistencia genética al VIH.
Hasta la fecha no se conoce ninguna cura para el VIH, pero la noticia de que una cuarta persona ha logrado erradicar el virus de su organismo, ¿significa que todo está a punto de cambiar?
El paciente de Berlín: ¿El primer curado?
Por desgracia, no es tan sencillo, pero hay pruebas que sugieren que existen tratamientos que han logrado hacer revertir la enfermedad.El estadounidense Timothy Ray Brown fue el primer hombre clínicamente curado del VIH.
En 1995 vivía en Berlín cuando supo que había contraído el virus y en 2006 le diagnosticaron leucemia.
Fueron necesarios dos trasplantes de células madre para que remitiera. En 2008, Brown se curó del VIH y del cáncer.
Su caso fue acogido como una gran victoria, y en 2010 accedió a revelar su identidad convirtiéndose en una figura pública. "Soy la prueba viviente de que puede haber una cura para el sida", dijo en una entrevista de 2012 para AFP.
Lamentablemente, en 2020, Ray Brown falleció a causa de una reactivación de su leucemia.
Los pacientes de Londres y Nueva York: ¿Un motivo para la esperanza?
Mientras que Ray Brown parecía un caso aislado, la situación se repitió con el Paciente de Londres, Adam Castillo, un chef británico nacido en Venezuela y ahora de 43 años, que fue nombrado la segunda persona del mundo en curarse del VIH.Soportó una década de tratamientos brutales antes de convertirse en lo que él mismo llamó "un embajador de la esperanza".
Al igual que el paciente de Düsseldorf, un tercer paciente -una mujer mestiza de mediana edad que entró en fase de remisión del VIH- conservó su intimidad y fue bautizada como la "paciente de Nueva York".
La mujer recibió un tipo de tratamiento distinto al de las demás; en lugar de células madre de médula ósea de donantes, recibió células madre del cordón umbilical de un recién nacido con inmunidad natural al VIH.
En 2022, la mujer decidió abandonar la terapia antirretroviral y, más de 14 meses después, seguía sin mostrar signos del VIH. Sin embargo, su aparente remisión -que abrió el camino a una cura del VIH para un mayor número de personas utilizando sangre de cordón umbilical- suele ser objeto de debate después de que algunos investigadores advirtieran de que era demasiado pronto para estar seguros del tratamiento.
El "paciente de Düsseldorf"
En un estudio publicado recientemente en la revista científica Nature, los científicos celebran la noticia de que el "paciente de Düsseldorf" se ha convertido en "al menos" la tercera persona seropositiva libre del virus.Durante años, se ha administrado terapia antirretroviral a las personas con VIH para reducir el virus a niveles casi indetectables, evitando que se transmita a otras personas.
Pero el sistema inmunitario es lo bastante inteligente como para mantener el virus encerrado en unos reservorios del organismo y, cuando los pacientes dejan de tomar la terapia antirretroviral, el virus suele empezar a replicarse y propagarse.
Una verdadera cura eliminaría este reservorio, y esto es lo que los científicos creen que ha ocurrido con los tres pacientes varones: Düsseldorf, Berlín y Londres.
En exámenes posteriores, los científicos no lograron identificar anticuerpos contra el virus, que es un signo de su actividad.
¿Son las células madre el camino a seguir?
Los científicos afirman que los trasplantes de células madre nunca van a ser un tratamiento viable para el VIH, ya que son muy invasivos y conllevan demasiados riesgos.Aunque los autores del estudio afirman que en el futuro las células madre resistentes al VIH no serán un procedimiento "ni de bajo riesgo ni fácilmente extensible", su relevancia queda de manifiesto por los recientes informes de remisiones exitosas a largo plazo del VIH-1 tras utilizar este procedimiento.
Pero la ciencia que hay detrás de cada remisión completa conocida hasta ahora sigue siendo importante.
Los autores creen que si se sigue investigando este método "se podría llegar a curar el VIH-1 fuera de las enfermedades hematológicas potencialmente mortales", es decir, los casos de cáncer que se originan en los tejidos sanguíneos, como la leucemia y el linfoma.
También afirman que las observaciones realizadas en el caso del paciente de Düsseldorf podrían aportar "valiosos conocimientos que, cabe esperar, guíen futuras estrategias de curación".
La infección por VIH es actualmente incurable, pero puede controlarse y mantenerse a raya con tratamientos antirretrovirales. Sin embargo, de los casi 38 millones de personas que viven con el VIH en el mundo, 10 millones no tienen acceso al tratamiento.
La cura es clave para acabar con una pandemia que dura ya décadas
La farmacéutica Janssen anunció en enero de este año que finalizaba el ensayo de la única vacuna contra el VIH en fase avanzada de experimentación, que los expertos han considerado ineficaz.Pero "hay otros enfoques estratégicos", afirmó el Dr. Anthony Fauci, responsable de la sanidad pública estadounidense que dirigió la respuesta de Estados Unidos a la pandemia de COVID-19.
Dicen que cada nuevo paciente curado del VIH mediante un trasplante de células de médula ósea es como enviar a alguien en un cohete a la Luna: es una estupenda labor científica, pero no es la forma en la que vamos a viajar.