Tokio, 22 may (.).- El rendimiento del bono estatal a 10 años llegó a subir este miércoles hasta el 1 %, marca que no tocaba en 11 años, desde mayo de 2013, por las crecientes expectativas de que el Banco de Japón (BoJ) haga más ajustes en su política monetaria.
Las tasas de interés a largo plazo se han mantenido desde hace más de una década en Japón en torno al 0 % o, incluso, en terreno negativo por la extraordinaria flexibilización monetaria aplicada por el banco central japonés.
La entidad crediticia japonesa actualizó su política monetaria el pasado marzo, abandonando los tipos de interés de referencia negativos a corto plazo con su primera alza en 17 años, además de poner fin a su política de control de los rendimientos de bonos estatales a 10 años e interrumpir las compras de fondos cotizados (ETF).
Pese al cambio de rumbo del BoJ, el yen ha continuado depreciándose, especialmente con el dólar estadounidense, hasta niveles no vistos en 34 años, llevando aparentemente a nuevas intervenciones en los mercados de divisas de las autoridades financieras del país asiático.
La subida del bono nipón comenzó a acelerarse la semana pasada, después de que el BoJ anunciara una reducción del volumen de sus compras de esos activos, una decisión que numerosos analistas consideran un intento de actuar frente a la situación de la divisa nacional.
Este escenario ha disparado las expectativas de que el banco central japonés acometa ajustes adicionales a su política monetaria pese a su postura en principio acomodaticia, con el objetivo de intentar evitar que la inflación se desboque.
A ello se sumó la subasta de bonos gubernamentales a 40 años celebrada hoy por el Ministerio de Finanzas, con una demanda más débil de lo esperado, lo que llevó a ventas en previsión de una oferta y demanda flojas, impulsando los rendimientos.
Mantener las tasas bajas ha provocado que el yen sea menos atractivo que otras monedas.
La diferencia entre las tasas de interés del BoJ y otros de los bancos centrales de referencia ha sido otro factor importante en la caída del yen, y los mercados financieros buscan pistas sobre el momento de la próxima subida de tasas en Japón, que vaticinan ahora que podría estar aproximándose en el contexto actual.
Esta última subida de los rendimientos nipones se produjo en una sesión en la que la bolsa de Tokio cerró con una caída del 0,85 % en su índice de referencia, el Nikkei.