Madrid, 28 abr (.).- España planteará a Bruselas que se ponga en marcha "de inmediato" una respuesta europea para reforzar la trazabilidad de todas las importaciones energéticas que llegan a la UE, evitando así que combustibles rusos sobre los que pesan sanciones lleguen hasta los puertos comunitarios.
Según han informado este viernes fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, está ultimando una carta en la que expone este "modelo garantista", que consiste en elaborar una propuesta común europea que incorpore un certificado de garantía por parte de la Comisión Europea.
El certificado sería no sólo de los puertos, también de las refinerías de donde sale el producto o del exportador de las minas de carbón; y deberían aparecer contrastados todos los elementos –volumen, fecha – para garantizar que las importaciones de la Unión Europea no están sujetas a los paquetes de sanciones aprobados.
Las mismas fuentes insisten en que el Ministerio se toma "muy en serio" este asunto, y no tienen duda de que los socios europeos "comparten su misma preocupación".
Esta inquietud ha llevado al Gobierno a investigar qué está ocurriendo con la llegada de combustibles que, en principio, vienen con papeles que acreditan una procedencia correcta, después de una denuncia por parte de Repsol (BME:REP).
Precisamente, el consejero delegado de la multinacional española, Josu Jon Imaz, formuló ayer, jueves, durante la conferencia con analistas con motivo de la presentación de los resultados del primer trimestre, su deseo de que las autoridades europeas sean firmes a la hora de mantener las sanciones a los productos rusos.
Las primeras consultas realizadas a los importadores muestran una documentación que señala que, aparentemente, está todo en regla y no proceden de Rusia; sin embargo, añaden las fuentes, se vigilará para corroborar de manera definitiva que esto, en efecto, sea así.
Ante la menor sospecha, concluyen, corresponde investigar si esos papeles son correctos y si, efectivamente, los productos que importan son de donde dicen que son, o tienen otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad.
El pasado febrero entró en vigor en la Unión Europea la prohibición de importar diésel y otros derivados petrolíferos de Rusia, y de hacer lo propio con el carbón y el crudo procedentes de aquel país en el marco del mecanismo de sanciones por la invasión de Ucrania que busca asfixiar financieramente al Kremlin.