Bruselas, 16 may (.).- El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, defendió este jueves que la Unión Europea no debería lamentar su apuesta por el Pacto Verde de hace cinco años, cuando comenzó a andar la Comisión Europea de Ursula Von der Leyen, y avisó de que dar marcha atrás sería un "error histórico".
"Podemos ajustar, tenemos que ser pragmáticos, prestar atención a la justicia de la transición, a los aspectos sociales y regionales afectados, pero no podemos cometer el error histórico de dar marcha atrás a la transición", subrayó en el foro económico anual organizado por el Ejecutivo comunitario.
Gentiloni recordó que el Pacto Verde fue una apuesta "crucial" en 2019 cuando la Comisión Europea liderada por Ursula von der Leyen comenzó a trabajar y, a tres semanas de unas nuevas elecciones europeas en las que la ambición verde es cuestionada por las fuerzas conservadoras, lanzó la pregunta de si cabe preguntarse si fue un error.
"Mi respuesta es que definitivamente no, no lo lamentamos o no deberíamos lamentarlo", enfatizó el italiano, que forma parte de la familia socialdemócrata europea.
El comisario de Economía explicó que acelerar la transición ecológica está justificado por la "urgencia" de la crisis climática, dado que los últimos datos del sistema Copernico ya apuntan a un calentamiento superior a los 1,5 grados centígrados, y también porque el bloque ha demostrado que puede "cumplir", de acuerdo con la reducción de emisiones en el último año o el ritmo de instalación de paneles solares.
En la misma línea, denunció que algunos actores políticos "usaron" las protestas de los agricultores contra el Pacto Verde para oponerse a la transición ecológica en sus países, algo que consideró "un peligro a 20 días de las elecciones" al Parlamento Europeo pero contra el que, dijo, "aún estamos a tiempo de luchar".
"Los gobiernos, conscientes de estos objetivos, activistas y sindicatos, deberíamos unir nuestras fuerzas estas semanas para lanzar un mensaje claro de que sí, tenemos que gestionar las dificultades sociales, pero no podemos dar marcha atrás en la transición verde", recalcó.
A su lado, la secretaria confederal de la Confederación Europea de Sindicatos, Tea Jarc, también defendió que hacer de la transición verde una prioridad fue "la mejor decisión", pero advirtió de que los gobiernos no podrán invertir en ella con las nuevas reglas fiscales que "imponen nuevas medidas de austeridad" sobre sus presupuestos.
"No podemos hacer ver que podrán lograr (los objetivos) del Pacto Verde si hacemos recortes en las inversiones públicas, si forzamos a los Estados miembros a adoptar políticas de austeridad", dijo Jarc, quien llamó a encontrar un "equilibrio" entre las políticas macroeconómicas con las políticas sociales y medioambientales.
"Y sólo podremos hacerlo involucrando a los trabajadores y a los ciudadanos. De lo contrario, estarán asustados y serán dirigidos por populistas", advirtió.
En relación a la financiación del Pacto Verde, Gentiloni señaló que las inversiones públicas son "sólidas" e incluso están aumentando, pero las privadas permanecen "estables" y son "bastante débiles". "Necesitamos una mayor contribución de las inversiones privadas y pensar qué hacer una vez que el Next (LON:NXT) Generation EU (el fondo de recuperación) acabe en 2026", dijo.
"Es urgente establecer un modo de usar herramientas comunes (europeas) para objetivos comunes de inversión, la transición verde en primer lugar", insistió, para después avisar de que otros "actores globales" están poniendo "mucho dinero público" en estos ámbitos.
Antes del italiano, la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, había defendido precisamente que la economía europea está siendo "competitiva" en las transiciones verde y digital frente a las "incertidumbres geopolíticas" y "otras tensiones", al tiempo que garantiza el apoyo a los territorios y sectores más afectados por ellas.
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