Madrid, 17 mar (.).- El evento "más relevante" para la economía europea no es la crisis del Mar Rojo o el conflicto entre Gaza e Israel, sino las elecciones en Estados Unidos del próximo mes de noviembre, ya que una victoria de Donald Trump podría acelerar un cambio geopolítico mundial para el que Europa "no está preparada".
Así lo ha indicado el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, quien ha explicado que un "eventual" triunfo de Trump en los comicios del 5 de noviembre podría entrañar "algunos cambios importantes en la dinámica económica global".
De hecho, el investigador principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano, Federico Steinberg, ha repasado en una entrevista con la Agencia EFE algunas de las propuestas electorales del candidato republicano, como aranceles del 60 % a China o del 10 % a Europa.
También ha amenazado Trump con salir de la OTAN -lo que obligaría a los países europeos a "gastar muchísimo más en defensa"- y con bloquear la ayuda a Ucrania, aunque es posible que si obtiene la victoria "termine haciendo cosas menos disruptivas de las que anunciado", ha apuntado Steinberg.
Impulso al gasto en defensa y al proteccionismo
Steinberg ha reconocido que "ya nadie discute la necesidad de invertir en defensa" porque "el mundo feliz de Europa Occidental se ha acabado" y sobre todo para países como Alemania, que se pudo dedicar "desde la Segunda Guerra Mundial a gastar en otras cosas porque el paraguas de seguridad de Defensa lo proveía Estados Unidos".
Una opción para financiar ese gasto en defensa son las emisiones de deuda europeas -los denominados "eurobonos para la guerra"-, ya que ello "permitiría no tocar otras partidas", además de incrementar los ingresos, por ejemplo, con impuestos ambientales.
En este contexto, el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas ha dicho a EFE que es clave impulsar "una mayor integración económica entre países" -ya que "la producción de armamento atomizada" es menos eficaz- y también consolidar el tejido productivo en ese sector.
Precisamente, Steinberg insiste en que el gasto en seguridad y defensa "puede ser un motor de crecimiento a futuro" porque se basa en política industrial y en tecnología, algo que "los estadounidenses lo hacen muy bien".
Otras de las consecuencias de una victoria de Trump podrían ser el impulso del proteccionismo comercial y "una rivalidad exacerbada entre EEUU y China", que "debilitaría el sistema multilateral por el que ha apostado Europa", según ha explicado Torres a EFE.
Para Steinberg, es fundamental entender que en este momento la relación bilateral económica España-Estados Unidos está en "un momento dulce", pero especialmente en el ámbito de las inversiones y no tanto en el del comercio.
Por ello, cree que aunque habría "sectores concretos que se podrían ver afectados por este eventual arancel" del 10 %, lo cierto es que haría mucho más daño a otros países, como Italia o Alemania.
En este mismo sentido, Torres ha considerado que "España está algo mejor posicionada que otras economías europeas", por su posicionamiento favorable en términos de costes de producción (energéticos y no energéticos), así que "podría seguir atrayendo inversiones de empresas europeas que se esfuerzan por consolidar las cadenas de suministro".
La descarbonización de la economía ¿en la cuerda floja?
A todo lo anterior hay que añadir un concepto esencial para Europa, como es la descarbonización de la economía y que posiblemente "dejaría de ser una prioridad" para Donald Trump, a juicio del economista de Funcas.
Ello provocaría "un deterioro de la competitividad en Europa y una menor inversión en tecnología y transición energética", por lo que se debe poner en marcha "una verdadera política económica europea", es decir, un "presupuesto a la altura de los desafíos" que acelere "inversiones en tecnología y en transición energética".
Steinberg transmite un mensaje optimista y remarca que aunque sí ve al candidato republicano con un discurso "negacionista" y "mucho más radical", Europa seguiría con su estrategia porque tiene "una necesidad tal vez más urgente que Estados Unidos de hacer una transición energética rápida" para "no volver a depender del gas ruso y del petróleo ruso".
A menos de ocho meses de las elecciones, la economía estadounidense "va muy bien" e impresiona su capacidad de crecer, con un desempleo en el entorno del 4 % desde hace varios años, con una inflación que "preocupó mucho" pero que ya se ha moderado al 2-3 % y con aumentos salariales "importantes" que compensan ese poder adquisitivo perdido.
No obstante, "no está claro" que esos buenos datos "se vayan a traducir en apoyo político", subraya Steinberg, porque en el debate está la edad del candidato a la reelección, Joe Biden, y su capacidad para aguantar otros cuatro años en el cargo, así como "elementos identitarios y nacionalistas", que tienen mucho peso y quien "saca partido" de ellos es Donald Trump.
Mientras tanto, en Europa "hay muchísima más conciencia de que esto es un riesgo" pero se sigue mirando hacia Washington con la esperanza de que "ojalá gane Biden", ha insistido el economista del Real Instituto Eelcano.