Madrid, 26 jun (.).- Los precios de los metales industriales, que marcaron máximos tras la invasión de Ucrania, han moderado su ascenso y cotizan en torno a un 10 % por debajo del nivel que tenían a comienzos de 2022 por las expectativas de una menor demanda debido a la ralentización del crecimiento económico.
Los expertos explican que los mercados de metales entraron en pánico con el inicio de la guerra de Ucrania, ya que Rusia es un importante exportador de muchos de estos materiales, por lo que el temor a la escasez de suministro debido a las sanciones occidentales impulsó sus precios hasta niveles máximos.
Sin embargo, como explica el banco privado suizo Julius Baer (SIX:BAER) en un comentario de mercado, las exportaciones rusas no se han visto afectadas por las restricciones impuestas por Europa, sino que se han desviado hacia otras regiones, sobre todo hacia Asia, por lo que cualquier tipo de déficit relacionado con la guerra ha sido compensado por el aumento de los suministros en otros lugares.
En las últimas semanas los precios de los metales industriales han descendido de manera significativa. El socio de la consultora Afi José Manuel Amor explicaba esta semana que los metales industriales son el activo más cíclico y sujeto a tensiones de oferta, por lo que es "normal" que haya una moderación a corto plazo.
"Con un mundo en desaceleración lo normal es que los metales se moderen", apunta Amor, que incide en que los metales, tanto industriales como preciosos, seguirán corrigiendo su precio, pero no volverá al de años anteriores.
El índice LMEX de la bolsa de metales de Londres, que se calcula una vez al día sobre la base de los precios de cierre de los seis metales primarios, ha caído un 11,27 % en lo que va de año y un 27,44 % desde los máximos que alcanzó tras la invasión rusa de Ucrania.
De igual manera, el índice de metales industriales S&P GSCI cae hasta junio un 9,70 % y respecto a los máximos que registró tras el estallido de la guerra de Ucrania desciende un 40,52 %.
El aluminio y del cobre pierden un 35,6 % y un 22,11 %, respectivamente, frente al pico alcanzado poco después de empezar la guerra y un 12,42 % y un 13,98 % en lo que va de año.
La bobina laminada de acero cae un 20 % respecto a su precio máximo que registró el pasado octubre de 2021, mes marcado por las tensiones de los cuellos de botella en los suministros, y un 1,19 % en lo que va de año.
El precio del níquel es el único que sube en 2022. Desde enero se revaloriza un 16,58 %, pero desciende un 56,36 % si se compara con las semanas posteriores a la invasión, cuando alcanzó los 55.000 dólares, según los datos de Bloomberg.
La repentina y fuerte subida del metal, sobre el que había órdenes de compra que llegaban a 100.000 dólares, llevó al Mercado de Metales de Londres (LME) a suspender durante una semana las negociaciones de los contratos de venta.
El banco Julius Baer considera que estos descensos se producen por la desaceleración de la economía china y por el creciente temor a recesión en Europa y EE. UU., que están pesando sobre la demanda y el estado de ánimo del mercado.
LOS PRECIOS ENERGÉTICOS SIGUEN ALTOS
En contraste con esta reducción de precio de los metales industriales, la energía permanece en cotas elevadas y el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, continúa por encima de los 110 dólares y el gas natural en el mercado europeo en 130 euros por megavatio hora (MWh).
Los analistas prevén que el precio del petróleo permanecerá en tasas elevadas durante más tiempo dada la reapertura de la economía china, que es el mayor importador de crudo del mundo, tras los estrictos confinamientos en algunas de sus principales ciudades como parte de su política de covid cero.
También encuentran sus causas en la reactivación de la demanda con la relajación de las limitaciones a la actividad adoptadas para afrontar la pandemia y en las restricciones políticas a las importaciones de crudo ruso como parte de las sanciones que han impuesto a Rusia tras su invasión a Ucrania el pasado febrero.
El gas natural ha repuntado en junio por los cortes de suministro anunciados por la empresa estatal rusa Gazprom (MCX:GAZP) a través de algunos gasoductos, lo que hace temer una escasez en el futuro, ya que Rusia es el principal proveedor de gas de Europa, sobre todo del centro y este del continente.
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