Por Leika Kihara y Andrea Shalal
NIIGATA, Japón (Reuters) - Los líderes financieros de las economías avanzadas del Grupo de los Siete (G7) debatirán esta semana la idea de implantar controles selectivos de las inversiones a China, lo que los analistas consideran un arma de doble filo que podría avanzar poco.
China está muy presente en las mentes de los líderes financieros del G7 reunidos en la ciudad japonesa de Niigata, con Japón, país que ostenta la actual presidencia del G7, a la cabeza de los nuevos esfuerzos por diversificar las cadenas de suministro y reducir su fuerte dependencia de Pekín.
Pero el grupo no está de acuerdo en hasta dónde debe llegar la lucha contra China, ya que perjudicar el comercio con la segunda economía mundial podría asestar un duro golpe a países dependientes de las exportaciones como Alemania y Japón.
Estados Unidos está a la vanguardia de la presión para que se tomen medidas más enérgicas contra China. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo el jueves que muchos miembros de las economías del G7 compartían la preocupación de Washington por el uso por parte de China de la "coerción económica" contra otros países y que estaban estudiando formas de contrarrestar ese comportamiento.
"Hemos mantenido conversaciones con nuestros colegas del G7 y yo esperaría que eso continuara en estas reuniones, al menos de alguna manera informal", dijo Yellen sobre la presión de Estados Unidos para imponer tales restricciones.
Alemania desconfía cada vez más de China como rival estratégico y ha estudiado medidas para reevaluar los lazos bilaterales, pero se muestra cautelosa ante la posibilidad de que se considere que está forjando un frente del G7 contra China.
En una señal de lo delicado del asunto para Alemania, el país lideró los llamamientos a la cautela contra China en el marco de las nuevas sanciones de la Unión Europea por la invasión rusa de Ucrania, dijeron a Reuters cinco fuentes diplomáticas.
Aunque en la cumbre de líderes del G7 de la próxima semana podría debatirse la aplicación de controles selectivos a las inversiones en China, cualquier control de las inversiones se centraría en áreas de importancia estratégica, dijo el jueves una fuente del Gobierno alemán.
Los debates entre los líderes financieros sentarán las bases para la cumbre de Hiroshima.
El país anfitrión, Japón, se muestra cauteloso ante la idea de imponer controles de las inversiones salientes a China, dado el enorme impacto que podría tener en el comercio mundial y en su propia economía.
"Restringir la inversión exterior sería bastante difícil", dijo uno de los responsables, que habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto.
"Estados Unidos, por ejemplo, está ganando mucho dinero invirtiendo en China, lo que hace preguntarse si realmente se pueden imponer restricciones", dijo el responsable.
El ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, declaró el jueves al diario Nikkei que el G7 debe contrarrestar la coerción económica de China, aunque no mencionó los controles a la inversión.
Otra iniciativa menos controvertida que debe respaldar el G7 es la creación de asociaciones con naciones de renta baja y media para diversificar las cadenas de suministro y alejarlas de países como China.
Japón ha invitado a seis países no pertenecientes al G7, entre ellos Brasil, India e Indonesia, a una reunión el viernes en la que se debatirá la creación de asociaciones para la cadena de suministro.
Sin embargo, analistas se muestran escépticos sobre la eficacia de estas medidas para contrarrestar a China.
"Es muy difícil dejar fuera a China, dado su poderío económico", afirmó Toru Nishihama, economista jefe de mercados emergentes del Instituto de Investigación Dai-ichi Life (TYO:8750). "Hacerlo podría dividir el comercio mundial, dañar el crecimiento global y perjudicar a las propias economías del G7".
Las democracias ricas del G7 también tendrían dificultades para ayudar a las economías emergentes a resolver sus problemas de deuda aislando a China, que es el mayor acreedor soberano del mundo.
La mesa redonda sobre la deuda soberana celebrada el mes pasado durante las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial apenas logró avances.
Se espera que los líderes financieros del G7 emitan una declaración conjunta al término de su reunión de tres días el sábado.
(Información de Leika Kihara y Andrea Shalal; información adicional de Tetsushi Kajimoto, Takaya Yamaguchi y Christian Kraemer; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)