Por Julio Sánchez Onofre
Investing.com - Con el anuncio del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal, de subir por décima ocasión la tasa de interés para llevarla al rango de 5.00% al 5.25%, se abrió la puerta a una posible pausa en el endurecimiento de la política monetaria.
Un cambio que no pasó desapercibido en el comunicado del FOMC es que las autoridades monetarias desistieron de afirmar que serían necesarios aumentos adicionales; ahora solo se advierte que para determinar si es apropiado un apretamiento más en la política monetaria, se tomarán en cuenta diversos indicadores.
“Para determinar hasta qué punto puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política para devolver la inflación al 2% con el tiempo, el comité tendrá en cuenta el endurecimiento de la política monetaria, los efectos sobre la actividad económica y la inflación y la evolución económica y financiera. Esa determinación la tomaremos reunión por reunión y las implicaciones para las perspectivas de actividad económica e inflación”, señaló Jerome Powell, presidente de la Fed, en conferencia de prensa posterior al anuncio del FOMC.
Ante la pregunta de una reportera sobre poner fin de los aumentos a la tasa de referencia, Powell explicó que el FOMC no tomó en esta reunión una decisión sobre hacer una pausa; sin embargo, destacó que, contrario a la declaración de marzo donde el FOMC dijo que “anticipa que puede ser apropiado un apretamiento más”, esto ya no se prevé en esta decisión.
“Esa oración ya no está en la declaración. Eso lo sacamos. En cambio, decimos que al determinar hasta qué punto se afirma la política, el Comité tendrá en cuenta ciertos factores. Así que ese es un cambio significativo, que ya no estamos diciendo que anticipamos (un alza adicional)”, señaló.
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Sin embargo, la pausa aún no está garantizada, pues Powell añadió que “estamos preparados para hacer más si se justifica una mayor moderación de la política monetaria”.
Al justificar la decisión de este miércoles, Powell dijo que “seguimos comprometidos a hacer que la inflación regrese a nuestra meta del 2% y a mantener bien ancladas nuestras expectativas de inflación a largo plazo”.
Recordó que la inflación se mantiene muy por encima del objetivo de la Fed.
“Durante los 12 meses que finalizaron en marzo, los precios totales del PCE aumentaron un 4.2%. Excluyendo las categorías de alimentos volátiles y alimentos energéticos, aumentó un 4.6%. La inflación se ha moderado algo desde mediados del año pasado. No obstante, las presiones inflacionarias continúan siendo elevadas y el proceso de lograr que la inflación vuelva a bajar al 2% tiene un largo camino por recorrer”, dijo.
Con este escenario de alta inflación, Powell dijo que las expectativas a más largo plazo parecen estar bien ancladas.
Powell resaltó que la economía de Estados Unidos se desaceleró significativamente el año pasado y el PIB real aumentó a un ritmo inferior a la tendencia del 0.9 %.
“El ritmo de crecimiento económico en el primer trimestre de este año continuó siendo modesto en 1.1%, a pesar de un repunte en el gasto de los consumidores. La actividad en el sector de la vivienda sigue siendo débil, lo que refleja en gran medida las tasas hipotecarias más altas”, dijo.
Comentó que las tasas de interés más altas y el crecimiento más lento de la producción parecen estar afectando la inversión fija comercial.
Además, dijo que el mercado laboral sigue siendo muy ajustado: “Durante los tres primeros meses del año, la creación de empleo promedió 345,000 puestos de trabajo por mes. La tasa de desempleo se mantuvo muy baja en marzo en 3.5%. Aun así, hay algunas señales de que la oferta y la demanda en el mercado laboral están volviendo a equilibrarse mejor”.