Por Sachin Ravikumar y Susanna Twidale
LONDRES, 31 jul (Reuters) -Gran Bretaña se comprometió el lunes a conceder cientos de licencias para la extracción de petróleo y gas en el mar del Norte, en el marco de sus esfuerzos por lograr una mayor independencia energética, lo que suscitó las críticas de los defensores del medio ambiente.
El primer ministro, Rishi Sunak, confirmó los planes para más de 100 licencias de este tipo, que atrajeron ofertas a principios de este año, y dijo que también podrían concederse otros cientos de licencias en el futuro.
También anunció nuevas ayudas a dos agrupaciones de captura y almacenamiento de carbono (CAC) en Escocia y el norte de Inglaterra.
Gran Bretaña se ha fijado el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero en 2050, pero Sunak dijo que incluso para esa fecha se espera que el país obtenga más de una cuarta parte de su energía del petróleo y el gas.
Afirmó que los nuevos combustibles fósiles nacionales contribuirán a mejorar la seguridad energética y a reducir la dependencia de Estados como Rusia.
"Todos hemos sido testigos de cómo (el presidente ruso, Vladimir) Putin ha manipulado y convertido en arma la energía. Ahora más que nunca, es vital que reforcemos nuestra seguridad energética", afirmó en un comunicado.
Los esfuerzos británicos por alcanzar el objetivo de emisiones netas cero se han convertido en una línea que divide a conservadores, en el Gobierno, y los laboristas, en la oposición, antes de las elecciones del año que viene.
El Gobierno argumenta que frenar el declive del suministro nacional reduciría la huella de carbono en comparación con la opción alternativa de importar gas natural licuado, pero se enfrenta a retos legales de activistas del clima y grupos ecologistas que han dicho de que aumentar la producción fósil es contrario al objetivo.
Sunak dijo que las nuevas licencias cumplían los objetivos medioambientales del Gobierno.
La Autoridad de Transición del Mar del Norte (NSTA) espera que las primeras licencias se concedan en el otoño boreal, pero todavía está evaluando 115 ofertas de productores para campos en la ronda de concesión de licencias en curso, que se cerró en enero.
Gran Bretaña pretende usar la tecnología CAC, que consiste en capturar el carbono de las chimeneas industriales que calienta el planeta antes de que llegue a la atmósfera y almacenarlo bajo tierra, para retener entre 20 millones y 30 millones de toneladas de CO2 de aquí a 2030.
En la actualidad no existe ningún proyecto de CAC comercial o a gran escala en Gran Bretaña, y el Gobierno ha recibido críticas por la lentitud con que avanza su implantación.
Mike Childs, responsable de política de Amigos de la Tierra, dijo que el anuncio de la CAC era un intento de dar un toque verde a las nuevas licencias. "La CAC no captará toda la contaminación climática causada por la quema de combustibles fósiles", afirmó.
El Gobierno también lanzó el lunes una convocatoria para recabar opiniones sobre los impuestos en el sector del petróleo y el gas "con el fin de diseñar un régimen fiscal a largo plazo que ofrezca previsibilidad y certidumbre".
(Reporte de Sachin Ravikumar; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)