Copenhague, 26 ago (.).- Scandinavian Airlines Systems (SAS) perdió 5.810 millones de coronas suecas (550 millones de euros) en los nueve primeros meses de su año fiscal (noviembre-julio), un 0,5 % más interanual, según el balance presentado hoy por la aerolínea nórdica.
El resultado estuvo marcado por los efectos de la huelga de pilotos de julio, que le costó a la compañía 1.400 millones (132 millones de euros), y por las interrupciones operativas que han afectado a la industria de la aviación.
El beneficio neto de explotación (ebit) registró un valor negativo de 3.240 millones (307 millones de euros), un 35 % menos que un año antes.
La facturación ascendió a 21.173 millones (2.004 millones de euros), un 158 % más.
En el tercer trimestre (mayo-julio), la pérdida neta fue de 1.848 millones (175 millones de euros), un 38 % más.
El ebit obtuvo un valor negativo de 1.148 millones (109 millones de euros), un 35 % peor.
La facturación ascendió a 8.580 millones (812 millones de euros), más del doble que un año antes.
SAS presentó en febrero un plan para reducir 7.500 millones de coronas (704 millones de euros) anuales en costos con el objetivo de sanear sus cuentas y mejorar su liquidez.
La aerolínea escandinava, controlada por los estados danés y sueco (con algo menos del 22 % de las acciones cada uno), quiere convertir también 20.000 millones de coronas (1.900 millones de euros) en deuda y pagarés en acciones, además de recaudar al menos 9.500 millones (903 millones de euros) en nuevo capital propio.
El Estado danés se ha comprometido a aumentar su participación y perdonar deuda, mientras que el sueco solo acepta convertir deuda en acciones.
Unos 900 pilotos de SAS se pusieron en huelga el 4 de julio, acusando a la dirección de haber aprovechado la crisis en el transporte aéreo por la pandemia del coronavirus para despedir a centenares de trabajadores.
La huelga, que obligó a cancelar 4.000 vuelos y afectó a 380.000 pasajeros, finalizó con la firma de un nuevo convenio por 5,5 años, así como la plena reincorporación de 450 pilotos afectados por los recortes de plantilla.
SAS se ha acogido al capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, un trámite para la declaración de bancarrota que le permitirá reorganizarse, y ha cerrado un acuerdo con el fondo estadounidense Apollo en forma de un financiamiento DIP (debtor-in-possession) de 700 millones de dólares (702 millones de euros).
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