Por Hari Kishan
BENGALURU, 26 ene (Reuters) - Se prevé que el crecimiento económico mundial apenas supere el 2% este año, según una encuesta realizada por Reuters entre economistas, según la cual el mayor riesgo es una nueva rebaja de sus previsiones, en contradicción con el optimismo generalizado en los mercados desde principios de año.
La caída de los precios de la energía, la desaceleración de la inflación en la mayoría de las economías desde máximos de varias décadas, la inesperada resistencia de la economía de la zona euro y la reapertura económica de China han llevado a los operadores a especular con que la desaceleración será más suave.
Esto ha impulsado al índice mundial de acciones de MSCI a subir casi un 20% desde sus mínimos de octubre, alcanzando un máximo de cierre de cinco meses el miércoles, a pesar del mayor riesgo de que los bancos centrales mantengan las tasas de interés más elevadas durante más tiempo en lugar de recortarlos.
No obstante, los economistas en su conjunto se mostraron mucho menos optimistas, reduciendo las previsiones de crecimiento para este año y el próximo desde el 2,3% y el 3%, respectivamente, en una encuesta realizada en octubre de 2022, hasta el 2,1% y el 2,8%. Este estado de ánimo más sombrío se ha visto contrarrestado por algunas mejoras notables de los bancos en las últimas semanas.
Sin embargo, algunas de las principales firmas de Wall Street han echado un jarro de agua fría sobre las expectativas de que la economía estadounidense pase 2023 sin recesión.
La previsión de crecimiento para 2023 está muy por detrás de la previsión del Fondo Monetario Internacional del 2,7% publicada en octubre y que se actualizará la próxima semana. Los últimos sondeos de Reuters entre más de 500 economistas de 45 economías se realizaron entre el 5 y el 25 de enero.
Más de dos tercios de los encuestados, 130 de 195, dijeron que el mayor riesgo para sus perspectivas de crecimiento mundial es que sea aún más lento de lo que esperan actualmente.
Mucho dependerá del éxito que los principales bancos centrales del mundo puedan atribuirse tras cerca de un año de alzas de tasas históricamente agresivas que aún no han terminado. El impacto total de las subidas puede tardar un año o más en manifestarse en las economías.
"El mercado sigue apostando por un escenario de ensueño en el que la inflación ha tocado techo y luego desciende de forma brusca, pero sin desbordarse a la baja", señalan los estrategas del mercado de Rabobank, basándose en las noticias relativamente buenas de los datos publicados este mes.
"Sin embargo (...) el abanico de escenarios futuros es realmente amplio y, aún así, el mercado parece haberse decantado por una feliz mediana que parece la menos probable de transpirar", agregó.
El consenso sobre las previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto para 2023 en más del 80% de las economías encuestadas se revisó a la baja con respecto a la encuesta de octubre.
Las previsiones de inflación para este año en casi el 80% de las economías encuestadas, 35 de 45, se revisaron al alza con respecto al sondeo de octubre, lo que sugiere que la tendencia es que los bancos centrales mundiales mantengan una política monetaria más restrictiva durante un largo periodo de tiempo.
Al mismo tiempo, no se espera que las tasas de desempleo suban mucho desde niveles relativamente bajos.
Esto, unido a que no se espera que seis de los ocho principales bancos centrales alcancen sus objetivos de inflación este año, sugiere que la especulación sobre la bajada de tasas podría ser prematura.
Se espera que casi todos los principales bancos centrales mantengan las tasas estables hasta fines de año, una conclusión que tampoco concuerda con los futuros de tipos, que prevén una relajación en el cuarto trimestre.
"Vemos buenas razones para creer que la economía mundial aún tiene un año difícil por delante", dijeron los economistas de Citigroup (NYSE:C). "Parece probable que la elevada inflación y la restricción de la política monetaria lastren las perspectivas, y no nos sorprendería ver un nuevo endurecimiento de las condiciones financieras mundiales en los próximos meses".
Cuando se les pidió que enumeraran la mayor amenaza para el crecimiento económico mundial en 2023, más del 85% de los economistas, 171 de 196, se dividieron casi a partes iguales entre una política monetaria más restrictiva (90) y una inflación persistentemente más alta (81).
Quince apuntaron a la guerra entre Rusia y Ucrania, ocho a una corrección de los precios de los activos, uno al resurgimiento del COVID-19 y otro a unos mercados laborales más débiles de lo esperado.
(Reporte de Hari Kishan y Sarupya Ganguly; sondeos, análisis y reporte del equipo de Reuters Polls en Bengaluru y oficinas en Buenos Aires, El Cairo, Estambul, Johannesburgo, Londres, Shanghái y Tokio; editado en español por Carlos Serrano)