Vigo, 3 may (.).- Un centenar de trabajadores se movilizaron este lunes ante el Astillero Freire, en Vigo, para mostrar su total desacuerdo con el preacuerdo del convenio del metal que los sindicatos UGT y CCOO (CIG votó en contra) alcanzaron con la patronal del sector en Pontevedra el pasado 20 de abril.
“Pedimos ayuda por el desagravio de este convenio que no sé adónde nos va a llevar, prácticamente a estar en las colas del hambre”, ha dicho a las puertas del astillero el portavoz de esta plataforma de trabajadores, José Calvar.
“No consultaron en ningún momento a los obreros, ni siquiera a los enlaces sindicales , por eso pensamos que este tratado es fraudulento de principio a fin”, ha añadido.
El preacuerdo sobre el convenio provincial, que se firmará mañana, contempla incrementos salariales del 0,5 por ciento en 2020, sin generar atrasos; del 1,75 % para 2021 sobre la tabla salarial de 2020 y del 1,75 % para 2022 sobre la tabla salarial del año previo.
Los trabajadores no aceptan, entre otras cosas, que no se les paguen los atrasos: “Que se piensen muy mucho lo que están firmando porque siempre pagamos los mismos mientras las cuentas bancarias de los grandes siguen subiendo, subiendo, y mi bolsillo sigue bajando, bajando”, ha subrayado Calvar.
También critican que el 80 % de los trabajadores con derecho a la eventualidad lo vayan a perder.
Agrupados tras una pancarta en la que se leía ‘Convenio del metal, tradición sindical’, los trabajadores cortaron el tráfico durante un cuarto de hora en la Avenida Beiramar.
“¿Tan mal van las empresas que el propio obrero, que estamos prácticamente arruinados, tenemos que perdonar los atrasos? Eso es lo que le digo a los sindicatos: ¿tanta pena le dan las empresas que están arruinando a los obreros, que ni siquiera tienen derecho a cobrar los atrasos?”, se ha preguntado Calvar.
La CIG, que no ha se ha adherido al preacuerdo de convenio, ha convocado mañana una concentración ante las puertas de Asime (patronal junto a Atra e Instalectra) en Vigo.
El sindicato nacionalista considera “una nueva traición a la clase trabajador” el preacuerdo al que han llegado UGT y CCOO, el cual, aseguran, empeora la propuesta inicial de la patronal.
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