Uno de los fabricantes de pasta más populares de Italia, Rummo, que exporta sus productos a más de 60 países de todo el mundo, se ha convertido recientemente en el blanco de una campaña de boicot en las redes sociales.
El vicepresidente de Italia y líder de la derechista Liga, Matteo Salvini, visitó la fábrica de pasta el pasado viernes y compartió un vídeo en sus redes sociales. En la publicación aseguraba que "el olor no llega, sin embargo, frente a los que abogan por la harina de insectos, gusanos, grillos y langostas o los que en Bruselas se oponen a la dieta mediterránea. Viva nuestra pasta".
Desde entonces, se ha iniciado en las redes una campaña de boicot contra Rummo con el hashtag '#boicottaRummo' (#boicotRummo).
Algunos critican al fabricante de pasta por utilizar supuestamente a Salvini para afectar negativamente a su marca, mientras que otros acusan al vicepresidente de favorecer sistemáticamente al norte de Italia con sus políticas, destacando las incoherencias en sus elogios a la marca de pasta con sede en Nápoles.
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Los medios de comunicación también se han hecho eco en gran medida de la campaña, con titulares como "una reunión de espaguetis que resultó indigesta". En respuesta a la campaña de boicot, el propietario de Rummo, Cosimo Rummo, declaró a la agencia de noticias italiana ANSA: "La gente seguirá comprando nuestra pasta. No acostumbro a pedir el carné de afiliado a un partido a la gente que viene aquí".
¿Funcionan realmente los boicots a las marcas en las redes sociales?
MCDacusaciones de apoyo a IsraelLa acción colectiva (cada vez más llevada a cabo en las redes sociales) dirigida a disminuir la reputación de una empresa por una razón está ganando popularidad. Sin embargo, ¿hasta qué punto pueden ser eficaces las consecuencias para una marca?
Según Americus Reed, profesor junior de marketing en la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, depende de lo que se entienda por "trabajo".
En un artículo para The New York Times, Reed escribe: "Si el objetivo es perjudicar las ventas de la empresa, los boicots rara vez tienen éxito. Pero si el objetivo es perjudicar a las empresas que se interponen en el camino de un movimiento, hay más posibilidades de que un boicot afecte a una marca".
"La indignación va y viene, y los boicots también. Las empresas pueden sufrir breves caídas en las ventas, pero los boicots en las redes sociales rara vez perjudican a largo plazo los resultados empresariales de las organizaciones", añadió.
En el caso de Rummo, numerosas personalidades públicas y políticos italianos han expresado su apoyo a la marca fabricante de pasta, destacando que, con una facturación en 2022 que supera los 170 millones de euros, da trabajo a más de 160 empleados.