HANOI - El Banco Mundial ha instado a Vietnam a ampliar su programa de ayuda económica al año siguiente, reconociendo el crecimiento de la producción industrial del país, del 2,7% en noviembre. Esta subida se atribuye en gran medida a un aumento de las exportaciones en múltiples sectores, como el textil, que experimentó un incremento del 4,4%, y la producción de equipos eléctricos, que experimentó un impresionante aumento del 7,9%.
A pesar de la incertidumbre mundial, la economía vietnamita ha demostrado su resistencia, atrayendo importantes compromisos de inversión extranjera directa (IED). De enero a noviembre de 2023, el país recibió compromisos de IED por valor de 28.800 millones de dólares. La recomendación del Banco Mundial se produce como respuesta a estos indicadores económicos positivos, lo que sugiere que el apoyo continuado podría estabilizar y hacer crecer aún más la economía de Vietnam.
Sin embargo, no todos los indicadores económicos mostraron una tendencia positiva. Las ventas al por menor no registraron cambios significativos de un mes a otro, mientras que las exportaciones y las importaciones experimentaron un descenso interanual. La inflación del índice de precios al consumo se mantuvo bajo control en el 3,5%, por debajo de la tasa prevista. La expansión del crédito fue más lenta de lo previsto, debido a las dificultades que atraviesa la inversión privada y a la atonía del mercado inmobiliario.
Las finanzas públicas se vieron sometidas a tensiones, con una recaudación de ingresos inferior en más de un 6% a la del año anterior; sin embargo, el gasto público aumentó en más de un 10% interanual en un esfuerzo por estimular la situación económica. La actividad industrial mejoró mes a mes, pero seguía siendo algo más de la mitad de los niveles anteriores a la pandemia; se observaron notables aumentos en varios sectores, incluidos mercados nacionales como el de alimentación y bebidas.
El sector manufacturero se enfrentó a dificultades, con un Índice de Gerentes de Compras (PMI) en un nivel contractivo de 47,3 debido al debilitamiento de las condiciones de la demanda. Para hacer frente a estos retos económicos, el Banco Mundial hizo hincapié en la necesidad de estrategias que refuercen la confianza, especialmente en el mercado inmobiliario, para garantizar tanto la estabilidad inmediata como la progresión económica a largo plazo.
La capacidad del país para atraer IED y su crecimiento impulsado por las exportaciones son factores clave que contribuyen a su estabilidad económica. Sin embargo, las recomendaciones del Banco Mundial subrayan la necesidad de un enfoque más matizado del crecimiento económico, que tenga en cuenta los retos de los sectores minorista, de exportación e importación e inmobiliario.
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