Por Moira Warburton y Timothy Gardner
WASHINGTON (Reuters) -Los negociadores de la Casa Blanca y de los republicanos del Congreso sobre el aumento del techo de la deuda federal de 31,4 billones de dólares no tenía previsto reunirse el sábado, después de que fracasaran las reuniones del viernes y cuando el país se acercaba a la fecha límite del 1 de junio.
El representante estadounidense Patrick McHenry, un negociador republicano, dijo que no había reuniones programadas para el sábado. Los líderes republicanos iban a "reunirse como equipo y evaluar" cómo estaban las cosas, dijo McHenry en el Capitolio. No comentó si habría más conversaciones el domingo.
Dos reuniones terminaron el viernes sin que ninguna de las partes citara avances y con los negociadores diciendo que no estaban seguros de cuándo se celebrarían nuevos encuentros. Faltan menos de dos semanas para el 1 de junio, cuando el Departamento del Tesoro ha advertido de que el gobierno federal podría ser incapaz de pagar todas sus deudas.
Eso desencadenaría un impago que podría provocar el caos en los mercados financieros y disparar las tasas de interés.
A última hora de la tarde del sábado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, dijo a periodistas frente a su oficina en el Capitolio que no creía que las conversaciones pudieran avanzar hasta que el mandatario Joe Biden regresara al país.
"Desafortunadamente, la Casa Blanca retrocedió", dijo McCarthy.
Biden dijo en Japón a última hora del viernes hora de Washington, que seguía creyendo que podría evitarse un impago.
"Sigo creyendo que podremos evitar un impago y que conseguiremos hacer algo decente", dijo Biden a periodistas en Hiroshima, Japón, donde asiste a una reunión de líderes del Grupo de los Siete países ricos.
Biden se mostró optimista a pesar de que la Casa Blanca reconoció que sigue habiendo "serias diferencias" con los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes.
McCarthy ha dicho que es necesario avanzar para cambiar la "trayectoria" del gasto deficitario del gobierno estadounidense y el rápido aumento de la deuda.
Los republicanos están presionando para que se produzcan fuertes recortes del gasto a cambio del aumento del límite de endeudamiento autoimpuesto del gobierno, una medida necesaria regularmente para cubrir los costos del gasto y los recortes fiscales aprobados previamente por los legisladores.
Los republicanos controlan la Cámara de Representantes por un estrecho margen, mientras que los demócratas de Biden tienen una escasa mayoría en el Senado, lo que dificulta alcanzar un acuerdo que sea aprobado por ambas cámaras.
Los demócratas han estado presionando para mantener el gasto en los niveles de este año, mientras que los republicanos quieren volver a los niveles de 2022. Un plan aprobado por la Cámara el mes pasado recortaría una amplia franja del gasto público en un 8% el año próximo.
Los demócratas afirman que eso obligaría a recortes promedios de al menos el 22% en programas como la educación y la aplicación de la ley, una cifra que los principales republicanos no han cuestionado.
(Reporte de Timothy Gardner, Moira Warburton, Jason Lange y David Shepardson; Escrito por Timothy Gardner y Patricia Zengerle; Editado en Español por Manuel Farías)